La luz del flexo, la pequeña editorial gallega con una nueva perspectiva sobre los libros de ensayo

leticia castro O GROVE / LA VOZ

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LETICIA CASTRO

El proyecto meco de Bruno Padín y Sonia Bernárdez vio la luz el pasado abril y ya cuenta con dos libros en el mercado

10 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los libros de ensayo suelen ser lecturas densas que a menudo requieren de una importante concentración, pues son textos de los que extraer reflexiones y que generalmente tratan temas humanísticos. Se podría decir que son reconocibles incluso por su portada, maquetación y la cantidad de páginas, pues todos tienen un estilo parecido. Eso mismo pensaron el historiador grovense Bruno Padín y su pareja, Sonia Bernárdez, cuando decidieron lanzarse a la aventura de crear su propia editorial, que vio la luz hace apenas cuatro meses.

La luz del flexo es un proyecto que compaginan, de momento, con otras facetas profesionales. A pesar de su corta vida, la editorial dispone ya de dos libros en el mercado, fruto del esfuerzo de sus dos promotores y con la vista puesta en acercar el ensayo al público en general «y hacerlo más cálido», cuenta Sonia, que ya había trabajado antes en otra editorial. «Nuestro cometido es hacer accesible el libro de ensayo a la gente, hacerlo bonito a la vista de lector y buscamos textos que no sean tan extensos», añade.

Ella es la encargada de diseñar las portadas, de hacer a mano las ilustraciones sobre un papel verjurado que aporta otra estética, de maquetar las páginas y decidir los materiales, cuestiones que tiene muy pensadas, porque quiere que las obras sean perfectamente identificables. La maquetación está ideada como un juego de luces que hace honor al nombre de la editorial. Así que el proceso creativo en estas obras de ensayo es importante, tanto como el relato que se ofrece al lector.

La idea es lanzar libros con capítulos cortos, concisos, que permitan descansar y no pegarse un atracón de lectura. El estilo es, pues, una parte fundamental de la editorial meca, por eso, en los textos que seleccionan toca hacer la mayor parte de las veces «una poda necesaria» para dar con el resultado deseado. De esa parte se encarga Bruno, que como buen historiador, tiene ya un libro en el mercado y sabe en qué consiste la tarea. Quizás esa es la faceta más dura, la negociación con los autores, y hacerles entender que es necesario acortar párrafos y no usar ni palabras demasiado extravagantes ni llenar el texto de fechas, entre otras cuestiones.

Sonia Bernárdez se confiesa una friki de la lectura, pero lo cierto es que tiene un máster en edición y sabe también por dónde se mueve. Aún consciente de que el ensayo no es fácil y de que las probabilidades de fracasar eran altas, pensó que había hueco para ellos, y de momento parece que no se ha equivocado. Bruno es doctor en Historia por la Universidade de Santiago y tras su primera incursión en el mundillo con su obra La traición en la Historia de España, editada por Akal, conoce bien las dinámicas de la edición literaria. Los dos hacen un poco de todo, incluso traducir, pues hay que ahorrar gastos y tirar de las habilidades y conocimientos propios. 

José Carlos Bermejo y Ali Kosha, sus primeros autores 

Con base en O Grove, La luz del flexo ha publicado ya la obra de Jose Carlos Bermejo Las guerras de la doble moral, un libro que vio la luz a finales de abril de un autor que ya tiene docenas de textos en el mercado. A principios de junio, lanzaron el segundo, el relato de un refugiado afgano, Ali Kosha, que en estos momentos realiza su doctorado en Santiago de Compostela. Su libro, Afganistán. Política y violencia, muestra el punto de vista de la historia del país desde dentro; «es la primera vez que una persona escribe la historia de su propio país sin que esté escrita por un colono», destaca Sonia. Fue esa perspectiva y su manera de narrarlo lo que atrajo el interés de los editores. 

Muchos de los textos que reciben en La luz del flexo llegan a través de su página web, otros a través de sus propios contactos y a partir de ahí realizan una criba de lo que creen puede resultar interesante y vendible, pues al fin y al cabo estamos hablando de un producto que hay que comercializar.

Sonia y Bruno retomarán el trabajo editorial en otoño, pues su meta es poder publicar, en principio, una obra al mes o cada dos meses. Sus libros, distribuidos por Arnoia, están presentes en todo el territorio nacional y pueden adquirirse en multitud de puntos de venta, algo fundamental para darse a conocer y poder expandirse. Esperan poder llegar a vivir de la editorial, pero mientras tanto compaginan varios trabajos, como buenos autónomos que son.