Preocupación en O Grove por la agresión a un perro por otro de raza peligrosa, suelto y sin bozal

leticia castro O GROVE / LA VOZ

O GROVE

CEDIDA

El animal herido tuvo que ser atendido por un veterinario tras la huida del atacante y su dueño del escenario del incidente

09 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En O Grove es cada vez más frecuente ver a perros sueltos a cualquier hora del día y casi en cualquier lugar, a pesar de que la normativa establece que los animales deben ir con correa cuando salen a pasear con sus dueños. No son la mayoría, eso sí, pero la situación empieza a preocupar ante la patente inacción de las autoridades. Esta práctica provoca en ocasiones molestias e incomodidad a los viandantes, y en el caso de las razas peligrosas, los bozales suelen brillar por su ausencia en los hocicos de los canes. Sin generalizar, pero ocurre.

Esta misma semana, sin ir más lejos, se producía un altercado entre dos perros que salían a pasear con sus respectivos dueños, uno de ellos de raza peligrosa, suelto y sin bozal. Tras el primer contacto, este último hería en la cabeza al otro arrancándole un pedazo de piel y carne, por lo que tuvo que recibir varios puntos de sutura en el veterinario. 

Los hechos, en la Policía Local

Tanto el dueño como el perro se escaparon en el acto tras el incidente, lo que enfadó aún más al propietario del animal atacado, que localizó al propietario del can agresor y le hizo llegar la factura sanitaria. Y parece que hizo efecto, porque al menos acudió al centro para disculparse y se comprometió a abonar la cuenta.

Los ciudadanos de O Grove están cansados de que no exista un interés real por estos problemas por parte de las autoridades, como si las mascotas estuvieran exentas de derechos. De hecho, el vecino en cuestión acudió a la Policía Local ese mismo día para trasladar lo sucedido «pero ni caso me hicieron», declara.

Campaña de chip

Hace unos meses, la Policía Local iniciaba una campaña de seguimiento para controlar que las mascotas tuviesen su chip correspondiente para poder identificarlas, pero fuera de este tipo de medidas, la vigilancia sobre los animales en el municipio se podría decir que es más bien escasa. Y ello, cuando en los últimos tiempos la población canina de O Grove ha aumentado considerablemente. Una cuestión que va más allá de la convivencia entre animales y personas, abarcando también el bienestar de los propios canes, en tanto tampoco es raro ver en la localidad a ejemplares atados con cadenas en más de una finca, situaciones que rozan el maltrato y que están tipificadas como delito en la Ley de Protección Animal de 2017.

En este punto, cabe recordar, tal y como establece la norma, que los titulares de las alcaldías tienen responsabilidad máxima en materia de defensa y protección en su término municipal.