La proliferación de edificios abandonados da la temperatura del decaer urbano en O Grove

leticia castro O GROVE / LA VOZ

O GROVE

LETICIA CASTRO

Conflictos por herencias y negocios abandonados siembran el centro de ruinas y provocan las quejas de sus vecinos

30 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando el abandono de casas o edificios comienza a ser una constante, a menudo suele causar graves problemas a los vecinos, bien sea por falta de mantenimiento, acumulación de basura o proliferación de animales indeseados en su interior. El ejemplo de O Grove es curioso. Existen al menos, en el centro de la localidad, una veintena de edificios, bajos comerciales o viviendas unifamiliares que llevan décadas deshabitados, y de cuyas fachadas se desprenden restos de losetas, pintura y otros elementos.

Llama la atención, por ejemplo, el caso del bajo que un día albergó la discoteca Scorpio, situado en plena calle Castelao. Las quejas de varios vecinos, alertados por el peligro de desprendimiento de alguna parte de la fachada, resucitaba hace varias semanas el debate sobre la responsabilidad en caso de que les suceda algo a los viandantes. No sería la primera vez, que ante la dificultad para localizar a los propietarios o ante la negativa de los mismos, el Concello se hiciese cargo de las reparaciones. De hecho, existe una normativa municipal que regula dichas actuaciones.

El caso de Luis A. Mestre

Una de las calles con mayor acumulación de este tipo de inmuebles es, curiosamente Luis Antonio Mestre, uno de los viales principales de entrada al municipio, donde se amontonan también varios bienes patrimoniales. En ocasiones, la dificultad para hacerse cargo de la conservación de las viviendas proviene de las herencias, y así existen al menos unos cuatro casos, que se conozcan, en los que las propiedades son de hasta diez miembros de la misma familia que jamás consiguen ponerse de acuerdo, con el perjuicio que esto causa además a los ciudadanos, quienes sufren la llegada de ratas, maleza y otro tipo de problemas. Por no hablar de la mala imagen que aporta al centro de la localidad, algo que no hace más que incrementar ante la pasividad sin que de momento se adopten soluciones.

¿Sería entonces adecuado que el Concello expropiase aquellas casas que estén en ruinas? Al parecer, la Lei de Rehabilitación de Galicia, aprobada en el 2019, así lo contemplaría, siempre y cuando se tenga constancia de que los dueños se niegan a repararla. Y podría haber varios inmuebles en esta tesitura. El que más llama la atención sería, de hecho, la Torre de Escuredo, en su día declarada bien de interés cultural, y cuyo estado actual es desconocido para todos. A simple vista no podemos más que apreciar el evidente deterioro de su exterior, aunque parecería lógico que los habitáculos interiores vayan camino de la más absoluta ruina.

LETICIA CASTRO

La caída de la movida

Desde luego, la lógica de los procedimientos marca el estudio de cada caso de manera particular, pero es en cierta manera llamativo que varios de estos edificios céntricos hayan formado parte de lo que un día fue la movida nocturna en el municipio. Así podemos ver en estado semirruinoso, además de Scorpio, lo que un día fueron los pubs Áncora o Paraíso Perdido. Y, aunque no se puedan resucitar los negocios, parece más que necesario que alguien frene de alguna manera la decadencia que acusa el centro de un municipio tan turístico como el grovense, mediante las herramientas legales para ello.