La Policía Local y el grupo de emergencias de O Grove mantuvieron con vida a los animales hasta que llegaron el CEMMA y el BDRI que, con la ayuda de los remeros del Breogán, subieron a los animales en una zódiac y los dejaron en mar abierto
04 oct 2021 . Actualizado a las 21:12 h.
Eran las nueve y media de la mañana cuando los servicios de emergencias de O Grove recibieron un aviso del 112 de que en la ensenada de A Toxa había un delfín varado. Al lugar se desplazaron una patrulla de la Policía Local y otra del servicio de emergencias municipal, que pudieron comprobar que no era uno, sino dos los animales que estaban en problemas. «Descalzámonos, arremangamos os pantalóns e metémonos na auga», cuenta una de las agentes. Eran cuatro mujeres, dos con cada delfín, que se pasaron hora y media mojándolos, hablándoles y tratando de que se liberaran. Después llegaron los refuerzos, el personal de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (CEMMA) y del Bottelnose Dolphin Research Institute (BDRI). Ellos definieron la estrategia a seguir, tratar de capturarlos para llevarlos a mar abierto a bordo de una embarcación. Lo hicieron con la ayuda también de los remeros del Club Breogán, que no dudaron echar una mano. Y, así, entre todos, lo consiguieron. Lograron que la aventura emprendida por una hembra y su cría cuando cruzaron el puente de A Toxa sin saber donde se metían tuvieran un final feliz.
«Estamos encantadas e moi contentas de que todo saíra ben», explica una de las agentes de la Policía Local de O Grove. Asegura que, cuando llegaron a la zona junto con el servicio de emergencias de la localidad, se encontraron con un delfín que parecía estar agonizando. Inmediatamente vieron a otro que estaba completamente en seco, que en un primer momento pensaron que estaba muerto. «Éramos catro mulleres, tres policías e unha do servizo de emerxencias e puxémonos dúas con cada delfín», cuenta. Poco a poco «fómolo levando ata a auga e, unha vez que xa estaba nunha zona húmida, empezamos a falarlle e a tentar que se recuperara», añade. Entre las cuatro, estuvieron cuidando a los animales hasta que llegaron los responsables del BDRI y del CEMMA, que coordinaron el rescate.
«Nos avisó el CEMMA y conseguimos reunir a un equipo de doce personas bastante rápido», cuenta Bruno Díaz, fundador del instituto grovense. Al llegar se encontraron a una hembra adulta y a su cría que, como ya sucedió en anteriores ocasiones, cruzaron el puente de A Toxa y, cuando la marea bajó, se quedaron sin agua. «Con el temporal tan fuerte de viento que hizo esta noche debieron extraviarse» sostiene. El problema es que, en esta ocasión, «eran delfines comunes, que no suelen entrar tanto en la ría porque este es el territorio de los delfines mulares. No estaban en su territorio natural pero, como hizo tanto temporal, entraron hasta el fondo de la ría», asegura.