Manolo volvió a dormir en su piso 14 meses después de quedar arrasado por el agua

Bea Costa
bea costa O GROVE / LA VOZ

O GROVE

Mónica Irago

La rotura de un depósito destrozó su apartamento de San Vicente de O Grove

28 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El verano pasado, Manolo Arosa se quedó con las ganas de disfrutar del piso que tiene en la urbanización de San Vicente de O Grove. Este agosto pudo, por fin, recuperar su rutina de los últimos treinta años y volvió a descansar al lado del mar, aunque no en la misma cama. La de toda la vida quedó destrozada, como el resto del mobiliario de su casa, situada en el primer piso del número 5 de la travesía Monte da Garda. Allí, el 12 de junio de 2020, una tromba de agua invadió su apartamento y otras cuatro viviendas más situadas en el mismo edificio como consecuencia de la rotura del depósito situado justo enfrente.

El tanque de agua reventó y se llevó por delante a los coches que estaba aparcados en esa calle y abrió un gran boquete en la fachada del inmueble. Afortunadamente no había nadie en ese momento ni en la calle ni en las viviendas, lo cual evitó una desgracia.

Lo que no se salvaron fueron ni los muebles. La casa de Manolo Arosa quedó totalmente inhabitable porque, además del agujero en la pared, el agua destrozó todo lo que se encontró a su paso, desde la cocina al cuarto de baño. Tras lidiar con la aseguradora, la particular y la de la comunidad de propietarios, consiguió que la obra de rehabilitación del piso saliesen adelante y, catorce meses después de aquel episodio, vuelve a estar instalado en San Vicente. Aunque no del todo. Ayer todavía ultimaban los últimos remaches en los muebles de la cocina y quedaba algún rodapiés por colocar.

El 12 es un número para no olvidar en el calendario personal de Manolo Arosa. El del 12 de junio del 2020 porque vio su casa inundada y arrasada y el 12 de agosto porque recuperó su particular normalidad, que consiste en hacer y deshacer maletas para instalarse en O Grove. Él y su mujer viven en Meis, pero en verano y otros períodos vacacionales se trasladan a su segunda residencia para disfrutar de sus nietos al lado de la playa.

40.000 euros

La vuelta no ha sido fácil, sobre todo para su mujer, quien no pudo evitar las lágrimas cuando volvió a pisar aquella casa que compraron con tanta ilusión en 1993. Tres décadas después acaba de ser objeto de una profunda remodelación, desde el suelo al techo, forzados por las circunstancias. Los gastos de la reforma costaron alrededor de 40.000 euros y los plazos de ejecución se alargaron bastante más de lo previsto. La pandemia tampoco ayudó, pero los contratiempos han quedado atrás y parece que todo vuelve a su sitio, en el interior y el exterior de la casa.

El vestíbulo del edificio también ha sido totalmente remozado y hubo que instalar nuevos ascensores. En la calle, es perfectamente visible la parcela que ocupaba el depósito del agua, cuyos restos se retiraron después del accidente dejando una explanada que hoy se utiliza como aparcamiento. No quedan más señales de aquel 12 de junio en el que las alarmas saltaron en O Grove. La travesía Monte da Garda presentaba una estampa trágica. El caudal llegó a la playa de A Barrosa y dejó una bolsa de agua que obligó a cortar un carril de la PO-307. La gente se echaba las manos a la cabeza pensando en el peligro que corrió la población y hasta el lugar se desplazó un amplio dispositivo de seguridad.

El alcalde, José Antonio Cacabelos -que acudió al punto poco después de conocerse la noticia- atribuía entonces el accidente al mal estado de la estructura de un depósito que fue construido en los años sesenta para dar servicio a la urbanización de San Vicente do Mar y que acabó siendo de titularidad municipal. Esta ya no existe y el suministro se realiza a través de otro depósito, el situado en Cons da Garda. Un año después, el Concello tiene sobre la mesa solicitudes de indemnizaciones que suman 350.000 euros, en cantidades que oscilan entre los mil y los 80.000 euros. Ese es otro frente por librar.