El alcalde de O Grove se pone serio y advierte que no permitirá que se instalen «restaurantes a pie de calle»

La Voz O GROVE / LA VOZ

O GROVE

MARTINA MISER

Cacabelos explica que el municipio se dividirá en dos zonas y asegura que su equipo será generoso, pero no autorizará un desbarajuste

26 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«El covid no puede avalar cualquier tipo de decisión». O Grove está envuelto en la polémica de las terrazas, pero su alcalde ya avisa al personal que no habrá barra libre en este asunto. José Cacabelos muestra su preocupación ante lo que define como aluvión de peticiones para instalar lo que los hosteleros consideran un salvavidas dadas las circunstancias y que desde el Concello pelean porque no se les vaya de las manos.

De hecho, Cacabelos está muy decidido a que no el asunto no se convierta en un desbarajuste y ya anuncia que pondrá coto a la situación. Para ello, ha dividido O Grove en dos zonas. Por un lado, lo que denomina zona A: desde el cruce hasta O Corgo, pasando por las zonas más peatonales y con más problemas de aparcamiento. Allí se mantendrán las autorizaciones actuales pero no se permitirán algunos proyectos que se están presentando en el Concello, con tarimas y cierres con mamparas. Es lo que denomina el alcalde «auténticos restaurantes a pie de calle», que, advierte «no se van a autorizar».

Otra cosa es lo que suceda en lo que denomina Cacabelos como zona B. Es decir, la zona oeste de la localidad. Ahí es donde hay menos presión por la estrechez de las calles y ahí sí que se autorizarán nuevas terrazas, pero, apunta el alcalde, «solo mientras duren las restricciones por el covid». Es decir, las tarimas invadiendo las calles no llegarán para quedarse.

Para el regidor meco, la clave está en el visto bueno que la Xunta está dando a proyectos de terraza. En concreto a inversiones que, apunta, llegan en algún caso a los quince mil euros. «Tienen el visto bueno de la Xunta, pero eso no significa nada. Como dicta la ordenanza es el Concello el que debe autorizar la instalación de una terraza, y no cualquier local puede tenerla», explica el alcalde. Cacabelos lo tiene claro: «No quiero que todo el pueblo se convierta en una terraza».