Cacabelos anuncia que limitará las mociones que se llevan a pleno y el BNG replica: «Chegaron Stalin e Hitler a O Grove?»

El pasado lunes, como a la Cenicienta del cuento, a los concejales de O Grove las campanadas de la media noche los descubrió inmersos en el debate plenario. No es la primera vez que esto ocurre, pero el alcalde socialista de esta localidad arousana parece querer que sea la última. El lunes, señala Cacabelos, la mayor parte de los puntos del orden del día eran mociones: solo escapaban a esa condición dos asuntos, el nombramiento de Javier Olleros como hijo predilecto de O Grove, una cuestión que salió aprobada por unanimidad, y el debate y aprobación de la «ordenanza fiscal xeral de xestión e recadación dos tributos locais».

En medio del debate, el alcalde anunció que varias de las mociones presentadas por el BNG iban a ser tratadas como ruegos, «porque non teñen esa categoría de moción; aquí estanse metendo mocións como se isto fose un caixón desastre», dijo el regidor. Y siguió: «Xa lles avanzo que para o próximo pleno imos admitir soamente dúas mocións por grupo político e acabouse». «E onde di iso? Pero que pasa aquí? Chegou Stalin ou Hitler ao Concello do Grove? Vén vostede a cambiar un regulamento se non hai regulamento?», le replicó visiblemente enfadado el concejal Heladio Outeiro, que recordó que las mociones pasaron por la comisión informativa y «unilateralmente, o señor alcalde toma esta decisión».

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