El afán de los arousanos por tirar trastos no para tras la cuarentena

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

MONICA IRAGO

Vilagarcía dobla el volumen habitual, en A Illa hay lista de espera y O Grove y Meis aumentaron la frecuencia de recogida

30 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En casa y, en muchos casos con más tiempo libre del habitual, fueron legión las personas que aprovecharon el confinamiento de marzo y abril para hacer esa limpieza que llevaba pendiente meses o incluso años. Un colchón viejo, la lavadora estropeada, el pequeño electrodoméstico que ya no vale la pena reparar..., de todo un poco se acumulaba en los garajes y los trasteros.

Durante el estado de alarma cerraron los puntos limpios y los servicios de recogida de enseres puerta a puerta que prestan los concellos se redujeron, lo cual provocó que se acumulasen los trastos en casa o, en el peor de los casos, afloraran vertederos incontrolados, incluso en zonas urbanas. Estas escenas llegaron a ser tan frecuentes que concellos como el de Vilagarcía tuvieron que hacer un llamamiento para que los vecinos depusiesen este tipo de actitudes.

Tras el confinamiento y después de dos meses con el servicio paralizado -del 15 de marzo al 15 de mayo-, las peticiones para la recogida de enseres se triplicaron en Vilagarcía. Si antes del estado de alarma se atendían una media de 60 llamadas a la semana, en mayo y junio se llegó a las 170, un incremento que, además de a las limpiezas domésticas, se puede atribuir a los preparativos para la ocupación de segunda residencia, coincidiendo con el inicio de la temporada turística. A estas alturas de julio ya se observa una tendencia a la baja: la demanda de recogida de residuos voluminosos era de 132 llamadas hace un par de semanas.

Con la desescalada era de prever que las cosas volvieran, poco a poco, a su sitio. Ya con libertad de movimientos y sin problemas para acercarse a los puntos limpios, se han recuperado las rutinas, pero la situación no se ha normalizado del todo.

O Grove tuvo que reforzar la recogida puerta a puerta durante los peores momentos de la crisis y ha vuelto a hacerlo en julio porque la demanda sigue siendo muy alta. En vez de un día por semana, el camión y el personal municipales salen cada martes y jueves a última hora de la tarde para recoger los muebles viejos y demás enseres de los que quieren desprenderse los grovenses. Es, como en el resto de los ayuntamientos, un servicio que se presta de forma gratuita y con cita, previa llamada a las oficinas municipales.

En Meis también han tenido que reforzar este servicio pasando de dos a tres días de recogida al mes y la alcaldesa anuncia una mejora del punto limpio, que actualmente presta un servicio precario.

En Ribadumia, que implantaron la recogida puerta a puerta a principios de año, ya constataron un aumento en el volumen de este tipo de residuos del 30 % respecto al año anterior. En este Concello están estudiando la posibilidad de completar el servicio con la apertura del punto limpio un día más a la semana, para que los vecinos tengan más facilidades a la hora de deshacerse de sus trastos. Actualmente solo está abierto los sábados, de 9.30 a 13.30 horas.

En A Illa también se están viendo desbordados por este motivo, aunque en este caso mantienen un único día de recogida, el miércoles. Allí, la lista de espera para recoger los residuos voluminosos casa por casa llegó a alcanzar las tres semanas este mes.

Cambados parece ser de los pocos ayuntamientos que están liberados de esta presión pues, según informa el concejal de Servizos, Samuel Lago, pasado el aluvión de las primeras semanas, a día de hoy las cifras de residuos que se recogen puerta a puerta y en el punto limpio está en los parámetros habituales.