«Toda mi vida pasé el verano en San Vicente do Mar y voy a pelear por seguir haciéndolo»

Bea Costa
bea costa O GROVE / LA VOZ

O GROVE

MARTINA MISER

La estrepitosa rotura del depósito del agua de su urbanización dejó a Manolo Arosa sin piso

27 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace hoy dos semanas, en la urbanización de San Vicente do Mar (O Grove) seguían limpiando los destrozos ocasionados por la rotura del depósito del agua que reventó el viernes por la mañana. La riada se llevó por delante coches, bajos y llegó a la primera planta del bloque 3, donde tiene un piso Manolo Arosa. Pudo haber sido una tragedia pero, afortunadamente, la tromba de agua y los cascotes no alcanzaron a nadie.

Pasado el susto, recuperado el suministro de agua y con la vía pública limpia, lo que queda ahora por delante es mucho papeleo y reconstruir lo derruido, aunque ya no dará tiempo a que Manolo y su mujer Elisa recuperen sus rutinas veraniegas. Su apartamento quedó arrasado, reventó la fachada y no se salvaron ni los muebles, y en este caso la expresión no es un recurso literario. Las camas, los electrodoméstico, la vajilla…, todo está inservible. La estructura del edificio no se vio afectada, pero sí habrá que hacer una obra importante para reponer los tabiques.

Manolo Arosa tiene un seguro que cubre estos daños, pero la reconstrucción no se hará todo lo rápido que a él le gustaría. En una incidencia de este tipo juegan otros agentes como son la comunidad de vecinos y el Concello, que es el titular del depósito del agua, de modo que toca esperar por los trámites preceptivos. Pero el calendario corre. En circunstancias normales, Manolo ya estaría instalado con su familia frente al mar. Ahora se encuentra negociando con su compañía el alquiler de un apartamento en la zona para, en el mejor de los casos, trasladarse en la segunda quincena de julio. No es tarea sencilla. El precio de la vivienda vacacional está por las nubes - la última oferta que han recibido es de 120 euros la noche- y es que San Vicente se cotiza al alza a consecuencia del giro que ha experimentado el mercado debido al covid-19. Entretanto, tendrá que quedarse en su casa de Mosteiro (Meis) y coger el coche para poder ir a la playa con los nietos. «Toda mi vida pasé el verano en San Vicente do Mar y voy a pelear por seguir haciéndolo, me veo en esta situación por causas ajenas a mi voluntad», indica.

La peor parte del accidente se la han llevado los propietarios, pero el Concello también podría sufrir consecuencias de tipo legal. En el plano político, el PP ya ha manifestado sus críticas por lo que considera una mala gestión y atención a los vecinos por parte del gobierno de José Antonio Cacabelos. Entre tanto, el alcalde guarda silencio.