O Grove nunca se bajó de todo de la bicicleta. Incluso en los años en los que el uso de ese vehículo se arrinconaba en el ámbito de los juegos infantiles o del deporte, los mecos seguían usándolo para sus desplazamientos por la localidad. «As mulleres usábana para ir traballar ás fábricas, as mariscadoras tamén a seguiron utilizando...», relata Manuel Piñeiro, de EBikes. Aunque esa forma de movilidad tradicional nunca se perdió, en estos momentos está experimentando un profundo crecimiento. Bien lo sabe él: desde que reabrió su negocio, no para de recibir bicicletas para su puesta a punto. «Temos moitísimo traballo de reparación, en moitos casos de bicicletas que levaban moitos anos esquecidas», asegura. Pero no solo se arreglan bicis viejas, o antiguas, o vintage. También se están vendiendo muchos vehículos nuevos. Familias enteras han descubierto el placer de subirse a la bicicleta para pasear y disfrutar del tiempo libre, pero también hay muchas personas que comienzan a elegir este vehículo para realizar desplazamiento. «Estanse a vender moitas bicicletas urbanas e moitas bicicletas eléctricas», señala el responsable de este negocio de O Grove. Considera que esta acusada tendencia es una buena noticia. Tanto para él, que a fin de cuentas vive de esto, como para el conjunto de la sociedad, ya que necesitamos dar un cambio de rumbo y apostar por la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Y ese camino se hace mejor en bicicleta.