Un submarinista captura en O Grove un enorme congrio de 47 kilogramos

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

CEDIDA

Ricardo González, varias veces mundialista, nunca había atrapado uno tan grande

05 mar 2020 . Actualizado a las 08:21 h.

No acostumbra a pescar congrios Ricardo González. Es una pieza a la que el vilagarciano, que ha participado en varios mundiales de pesca submarina, no le da demasiado valor. Sin embargo, el que merodeaba por una grieta en aguas de O Grove se había acostumbrado al buen pescado que hay en esa zona que frecuenta el arousano y debía pegarse unas buenas zampadas porque, sobre todo la cantidad de sargos, había mermado considerablemente.

Ricardo lo había buscado con anterioridad, pero nunca se lo había encontrado en la grieta hasta que el domingo sí lo vio. Un atinado tiro con el arpón y luego llega lo más difícil, sacarlo de la cueva. Y cuando lo consiguió, que no es fácil porque a veces se enrollan, llegó la sorpresa. El congrio era enorme. «Antes de disparar, cuando le vi la cabeza, pensé que era más pequeño», recuerda.

«Black anaconda»

Quedaba luego la tercera tarea, subirlo hasta la embarcación que, asegura Ricardo, no es lo más complicado a pesar del imponente tamaño del animal. Arriba, en la lancha de apoyo, no estaba su compañero habitual sino un amigo extranjero que alucinó en cuanto vio al animal y que, de paso, ya lo bautizó como «black anaconda».

El tamaño del congrio impresionaba. La cabeza era del mismo tamaño que una persona adulta y superaba por mucho los dos metros de longitud. Cuando llegaron a tierra y pudieron pesarlo confirmaron que se trataba de un animal excepcional: 47 kilogramos dio en la báscula, nada menos, el enorme animal.

Ricardo González nunca había pescado uno tan grande. Suele ver bastantes, pero salvo en casos excepcionales como el de O Grove, los obvia. Sucedió por ejemplo con uno que pescaron hace unos años en A Illa. Él le había pasado la marca de su situación a unos amigos que hacen fotografía y vídeo submarino porque el animal, que vivía en el trozo desprendido de una batea, era también enorme. Y allí estuvo hasta que otro pescador se lo encontró y lo capturó. Tres disparos de arpón y una hora de pelea le costó hacerse con aquella bestia que llegó a los cincuenta kilogramos en la báscula.

Los encuentros bajo las aguas

Ricardo ha sido campeón gallego de pesca submarina en innumerables ocasiones y ha visto ya de todo en sus inmersiones. En una ocasión se encontró con una ballena que se estaba pegando un buen festín de krill en las aguas que están entre Muros y Corrubedo. Y en agosto pasado, el encuentro fue más espectacular porque lo que vio fue a varios atunes, al menos un par de ellos debían pesar unos doscientos kilogramos y el más grande asegura que superaba los trescientos. Y todo a solamente cuatro millas de la costa.

El congrio del pasado domingo era una animal mucho más pequeño, lógicamente, pero sus 47 kilogramos van a dar para una buena comida para los miembros de su club, el A Raspa, y todavía sobrará para repartir entre las familias de los integrantes de la entidad vilagarciana. Una muesca más en el espectacular historial de un vilagarciano que se ha codeado con los mejores del mundo de su deporte, del que cada vez disfruta más.