Las aguas termales de la plaza del Obispo Cesáreo por V. Gulías

Francisco Meis FIRMA INVITADA

O GROVE

MIGUEL VILLAR

27 ene 2020 . Actualizado a las 14:32 h.

A O Grove y Ourense no solo los separan más de 130 kilómetros de distancia, sino muchos e innumerables aspectos. Sin embargo, existe un hecho relevante de unión que posiblemente muchos ourensanos desconozcan. El Balneario de A Toxa también se construyó en Ourense y aún pervive soslayadamente en la urbe ante la mirada ajena de muchos de sus habitantes.

Emilio Fonseca Moretón nos hizo ver con otros ojos, en la mesa redonda alrededor de la figura del arquitecto Daniel Vázquez-Gulías que se llevó a cabo el 14 de enero, que el pueblo marinero de O Grove y la ciudad de As Burgas están más cerca de lo que muchos creen. Y lo hizo tan bien que destapando las piedras, sus formas y los planos antiguos nos dejó entrever cómo la plaza del Obispo Cesáreo fue para el arquitecto -y es hoy para los observadores escudriñadores- un canto pétreo al balneario. Proyectó en varios edificios de la plaza un modelo similar al que había resuelto en la isla. Lo intentó en la Casa Román y Saco dibujando una estructura con una torre y una distribución inspirada en la fachada del de A Toxa que no acabó por convencer y terminó por hacerle desaparecer la torre y otras partes del proyecto original. Estamos hablando de 1911. Dos años más tarde vuelve a intentarlo en la esquina opuesta con la Casa Junquera proyectando el otro torreón que también desaparece del proyecto original. Si aquel propósito que había arrancado en 1911 hubiese prosperado y se hubiese cerrado con el proyecto de la Casa Junquera hoy nos hubiéramos encontrado con los dos extremos de una fachada inspirada sutilmente en aquel palacio de habitaciones del balneario que había inaugurado en 1908 en la isla de A Toxa. Sin embargo, Gulías no debió renunciar a sus inspiraciones de su primera etapa e insistió en la fachada de la Casa Junquera sorprendentemente con unas grandes similitudes con el diseño del desaparecido Palacio Comedor del Gran Hotel, y verlo hoy en día es reencontrarse con aquel viejo edificio que ya no existe en O Grove. Fíjense que es tan grande su semejanza que si entramos en la Casa Junquera nos bañará la iluminación de un espléndido lucernario interior que también en el comedor del Gran Hotel existía como eje central del edificio. Y esto nos lleva al último intento del arquitecto. Una vez construida la casa de Alfonso, tuvo la oportunidad, doce años más tarde, de proyectar a unos pocos metros de distancia, como si del Palacio de habitaciones de la isla se tratase, el edificio de los Almacenes Olmedo (Alfredo Romero). Una construcción que fue inicialmente, qué casualidad, proyectada como hotel y que no disimula la gran semejanza, con sus torreones y fachada, con la idea original del Gran Hotel Balneario de A Toxa.

Pues así fue cómo Emilio Fonseca Moretón fue capaz de enseñarnos y desvelarnos al alquimista de Gulías que unió en la Plaza del Obispo Cesáreo las aguas termales de As Burgas y las de A Toxa, desvelándonos la magia de varios edificios con el telón de fondo del balneario meco.

Y si estuvo certero Emilio, no lo estuvo menos Manuel Gallego Jorreto cuando ante un público entregado y entusiasmado, habló con la experiencia de la perspectiva que dan los años exponiendo que para salvar la arquitectura se necesita… cultura. Y eso es precisamente lo que quiere y pretende acercar al gran público el Centro Cultural Daniel Vázquez-Gulías. La cultura que emana del conocimiento, de la divulgación, de la enseñanza, y solo así se generará respeto y se comprenderá la necesidad, la gran necesidad, de preservar obras arquitectónicas que son ejemplo de un tiempo y de sus gentes, de la historia de nuestros abuelos y de nuestros padres.

No debemos permitir que se cercene la historia pétrea de una ciudad bajo la mirada indiferente de sus habitantes, porque si lo permitimos estaremos privando a las generaciones que aún no existen, de parte de la historia e identidad de su pueblo.

Francisco Meis es técnico del Concello de O Grove, licenciado en Ciencias Medioambientales, Psicología, Ciencias Biológicas y Ciencias del Mar y miembro del Centro Cultural Daniel Vázquez Gulías.