Puja feroz, y solidaria, por los mejores centollos de O Grove

Rosa Estévez
rosa estévez O GROVE / LA VOZ

O GROVE

Martina Miser

La hembra, de casi 2,5 kilos, se vendió por 185 euros; el macho, de 4,2 kilos, alcanzó los 250

30 nov 2019 . Actualizado a las 20:29 h.

O Grove está inmerso en las jornadas de exaltación de su producto estrella: el centollo. Este año, el programa diseñado para cantar las alabanzas del rey del mar incluye numerosas novedades. Y, junto a ellas, clásicos que nunca fallan, como el concurso de centollo vivo que se celebró ayer tarde en la lonja. Allí, los marineros depositaron las mejores piezas capturadas, sabiendo que solo dos de ellas se llevarían el reconocimiento del jurado más inapelable de todos: la pesa. Finalmente, la mejor hembra fue un ejemplar capturado por el barco Pontes. Pesaba 2,450 kilos, mientras que el mejor macho lo sacó del mar el barco Chapeliño. Pesaba el animal 4,2 kilogramos. Casi nada.

Una vez seleccionadas las piezas ganadoras, llegaba la hora de la subasta. Una subasta benéfica, ya que el dinero recaudado será entregado por la cofradía a Cáritas. La suma alcanzada no es nada desdeñable: la empresa grovense Mariscos Trelles se llevó la hembra tras elevar el precio, desde los cincuenta euros pedidos inicialmente, hasta los 185. El macho fue objeto de una puja intensa y trepidante, que desembocó en los 250 euros que por el portentoso animal pagó la empresa Curro Pesca.

El acto celebrado en la lonja sirvió también a modo de prólogo para el homenaje, que acto seguido, se le iba a rendir a un viejo lobo de mar, Manuel Míguez Prol, un hombre que dedicó buena parte de su vida profesional a la pesca de este crustáceo.

Cofradía... gastronómica

Por lo demás, este es un fin de semana intenso para los integrantes de la Cofradía do Centolo Larpeiro, que actuarán como anfitriones de otras entidades gastronómicas de todo el país que no se han querido perder esta fiesta. Además de realizar una ruta del centollo por diversos locales mecos, en la agenda tienen tanto anfitriones como invitados un sinfín de actividades: actos oficiales, desfiles, comidas de confraternidad, conciertos e incluso una travesía por la ría.