El triunfo de los «goose barnacles» en O Grove

Serxio González Souto
serxio gonzález O GROVE / LA VOZ

O GROVE

La Festa do Marisco echa el cierre tras un fin de semana formidable, con percebes y camarones agotados y un sábado que cosechó una recaudación de 150.000 euros en un solo día

14 oct 2019 . Actualizado a las 07:47 h.

Y al undécimo día descansaron. La mejor y mayor fiesta gastronómica de Galicia echó el cierre tras un fin de semana de llenazo hasta la bandera. Alcanzar O Grove el sábado constituía una proeza solo al alcance de las paciencias más entrenadas. Sin llegar a tanto, la jornada final dio bastante de sí. Las carpas llenas y los fogones humeando para satisfacer el apetito de comensales llegados de todas partes, con un ojo puesto en un cielo gris que, de vez en cuando, liberaba su húmedo parrafeo de otoño. Una pequeña confederación ibérica, una ONU de apetitos que se rindieron al mejor producto del mar de Arousa con tres protagonistas indiscutibles, cuyas existencias se agotaron definitivamente en el tramo final del fabuloso banquete que los mecos ofrecen cada otoño: de los percebes, los camarones y el cangrejo real no quedaron ni las sobras.

Los cangrejos de terciopelo

Un chaval se divertía a mediodía, leyendo los nombres en inglés de las viandas que se sucedían sobre los largos mesados de madera. «Olla para aquí, goose barnacles, shrimps, como se dirá isto, velvet crab». Para el paladar británico, los percebes tienen que ver, por lo visto, con los gansos, mientras que las nécoras se engalanan como cangrejos de terciopelo. Aunque, si de lo que se trata es de buscar una denominación con vocalización de trueno, ahí está el grilled galician turbot, que suena a motor fabricado en Ourense pero no deja de ser rodaballo del país a la plancha.

A falta de que la organización eche la cuenta definitiva, faena en la que andaba anoche, la desafortunada coincidencia del festivo del Pilar con un sábado no parece haber restado potencia al Marisco. Todo lo contrario, tras dos años consecutivos excepcionales se ha vuelto a batir la recaudación de 700.000 euros; 150.000 de ellos se cosecharon el sábado, un día de absoluto récord. Por lo que respecta al condumio en sí, en los once días de fiesta se sirvieron alrededor de 145.000 raciones. Los tres pilares sobre los que el Concello de O Grove trabaja para guiar el certamen gastronómico hacia el futuro, el producto de la ría de primera calidad, los conciertos a la altura de cualquier festival y una escrupulosa sostenibilidad, funcionan como un reloj suizo, a la vista de cómo ha ido todo. El año que viene, el 12 de octubre será lunes. Tiempo habrá para hacer acopio de esos disputados goose barnacles.