Las tensas relaciones con la Xunta han marcado el inicio del mandato
24 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.José Cacabelos (PSOE) gobierna en O Grove con mayoría absoluta. En otro municipio ese dato, el de la mayoría absoluta, no sería destacable. En la península meca merece una mención, ya que el de Cacabelos es el primer gobierno municipal que ha logrado el respaldo necesario para gobernar solo, sin compañías que puedan acabar siendo incómodas. Consciente de ello, el regidor socialista habló, desde el primer día, de la gran responsabilidad que iba a suponer para él y para su equipo los cuatro años que tiene por delante. Tiempo que debería ser suficiente para desplegar buena parte del proyecto que han diseñado para O Grove.
De momento, en los cien días de gobierno que cumple este mandato Cacabelos no ha tenido demasiados sobresaltos. Quizás porque, tras las elecciones, entre los grupos de la oposición parece haber cundido cierto desaliento. Como si, tras la abrumadora victoria de los socialistas, sus contrincantes políticos se hubiesen tomado un período de reflexión. Sacando algunas pullas del PP, sobre todo en materias relacionadas con el turismo y con la gestión estival del municipio, y las más continuas críticas de Esquerda Unida, el gobierno local no ha sufrido ataques. Con la Xunta ha tenido, hasta ahora, sus mayores encontronazos el alcalde. Como con el tema de la depuradora de aguas, que el gobierno autonómico ha rescatado ante la «falta de seriedade» del regidor, que se niega a sumir su gestión. Pero no parece que ese asunto le haya pasado factura. A fin de cuentas, la Xunta tiene muchas deudas con O Grove: la sanidad, la tubería de suministro de agua, o la ampliación de la autovía.