A la plaga de la uña de gato le salen amigos y enemigos en O Grove

Bea Costa
bea costa O GROVE / LA VOZ

O GROVE

Martina Miser

Un grupo de voluntarios se afana en retirar la planta en Rons mientras un vecino les recrimina su labor

05 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Carpobrotus edulis o uña de gato, esa planta de vistosas flores fucsia que alfombra las playas gallegas, se ha convertido en una plaga nefasta para los ecosistemas autóctonos. Contra esta planta originaria de Sudáfrica se lleva años luchando en Galicia. En O Carreirón (A Illa) y Sálvora se ha logrado erradicar, pero todavía quedan demasiados espacios colonizados por la invasora. Rons, en O Grove es uno de ellos, pero gracias a un campamento auspiciado por el Instituto Nacional de la Juventud y Voluntariado, el problema quedará minimizado este mes.

Desde el 1 al 12 de septiembre un grupo de catorce chavales de entre 18 y 30 años trabajan, entre otros cometidos, en la retirada de la uña de gato de la duna de Rons. Y el martes descubrieron que el enemigo no solo está en la propia naturaleza. Un particular se presentó en la playa y les recriminó que arrancaran el Carpobrotus argumentando que es muy bonito y apelando a su conservación.

El director del campamento puso el caso en conocimiento del Concello por si hubiera lugar a algún tipo de medida contra este aliado de las invasoras y, de momento, los voluntarios han dejado de trabajar en esa parte de la duna a la espera de que un técnico inspeccione el lugar.

Al margen de este episodio, en el campamento siguen manos a la obra, y no solo en la playa. Además de la batalla a la planta africana, entre sus objetivos figura la rehabilitación de los observatorios de aves que hay en el municipio, la restauración de la cartelería que hace referencia a los valores naturales de O Grove y la instalación de otros carteles, estos dotados de códigos QR, para facilitar el acceso a este tipo de información a través del móvil. Doce días no dan para cubrir todos los frentes, de modo que ha habido que establecer prioridades. Actualmente, están restaurando el mirador de aves de O Bao, que se lijará y se barnizará de nuevo, y tratarán de instalar los códigos QR a A Lanzada, Rons, Siradella y Porto Meloxo.

Por la mañana, durante cuatro horas, toca trabajar, y por la tarde, los integrantes del campamento disponen de tiempo libre para realizar actividades de ocio y hacer turismo. Para la mayoría es la primera vez que están en O Grove y, según relata el director del campamento, Borja Pérez, están gratamente sorprendidos con lo que se han encontrado. Llegan de varios puntos de España (Andalucía, Valencia, Extremadura, Cantabria y Galicia) y también del extranjero (Alemania, Italia y México).

El campamento está financiado por el ministerio -excepto gastos de inscripción y transporte-, de manera que el hospedaje y la manutención en el cámping Fieitás está cubierto. Para la comunicación se apañan con el español y el inglés y cuentan con la ayuda de un intérprete.

El objetivo de este tipo de campamentos es fomentar la cultura del voluntariado, la convivencia y la tolerancia entre los jóvenes así como los valores relacionados con el medio ambiente.

La zona donde se produjo el incidente quedó acotada a la espera de la visita de los técnicos