«Abarcan un ámbito inmenso y solamente tienen unos 600 asociados. El ictus es la primera causa de muerte femenina, por delante de los accidentes de tráfico», afirma un Martínez que defiende la importancia de que los entresijos de esta enfermedad comiencen a salir a la luz: «Afecta a mujeres, hombres y niños. Nosotros ponemos nombres y apellidos, porque hace falta alguien que empiece a mover las cosas».
Comienzan a lograrlo, con un número de participantes que no deja de crecer en cada convocatoria. El Arousaman se ha convertido en el embajador perfecto de una reivindicación que ha llegado a Galicia para quedarse muchos años.