Crema de calabaza y arroz con pollo inauguran el comedor del Rosalía

Rosa Estévez
r. estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

CEDIDA

El servicio escolar arrancó el martes con 35 niños sentados a la mesa; «foi todo un éxito», dice el ANPA

23 may 2019 . Actualizado a las 09:57 h.

En su cincuenta cumpleaños, el colegio Rosalía de Castro (O Grove) ha recibido el mejor regalo posible: un comedor escolar. La instalación se puso en marcha el martes, con 35 niños sentados a su mesa. De menú, crema de calabaza y arroz con pollo. Producto de calidad cocinado por la empresa concesionaria, un negocio local que asume el reto de alimentar a un gran número de comensales. No en vano, durante buena parte de la semana hay tantos niños apuntados a este servicio que ha sido necesario doblar el turno de comidas.

Llegar hasta el momento en el que los primeros platos de crema de calabaza comenzaron a servirse, no ha sido fácil. La comunidad educativa del Rosalía de Castro llevaba años reclamando la puesta en marcha de un comedor que permitiese a las familias afrontar el día a día con cierto desahogo. «El proceso fue muy largo, pero no nos dimos por vencidos y, aunque a final de curso, hemos conseguido por fin nuestro objetivo», explica María Díaz Devesa, la presidenta del ANPA.

Desde el Concello también dan la bienvenida a un servicio que durante mucho tiempo se escurría entre sus dedos. La instalación iba a construirse inicialmente en las casas de los maestros, pero vistas las deficiencias de los edificios, finalmente se optó por su ubicación en un módulo provisional. Esta actuación, señalan desde el gobierno local, fue posible «gracias a un acordo no que o Concello se fixo cargo de 30.000 dos 60.000 euros nos que estaba orzamentada esa obra». De las arcas municipales salió también el dinero preciso para la instalación eléctrica y la fontanería, así como la dotación de mobiliario.

Desde el consistorio aplaudían ayer el trabajo realizado por el ANPA, que ha permitido al último colegio de O Grove que carecía de comedor inaugurar este servicio. Y parece que va a ser todo un éxito, a tenor de lo que indica María Díaz Devesa. Y es que, al coincidir la apertura a final de año, muchos padres han decidido no echar mano de dichas instalaciones hasta el próximo curso. Y aún así, no solo será necesario doblar turnos miércoles, jueves y viernes, sino que el número de llamadas interesándose por la incorporación inmediata de nuevos comensales no paran de sucederse. «Imos esperar a que isto se consolide», dicen desde el ANPA. Luego, seguirán pidiendo mejoras, que siempre hacen falta.