El acuario de O Grove ofrece la posibilidad de nadar entre tiburones

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso O GROVE / LA VOZ

O GROVE

MARTINA MISER

Un pescador entregó en el centro una hembra de tiburón cazón que dio a luz a 24 crías

05 abr 2019 . Actualizado a las 16:08 h.

Sumergirse en el tanque de los tiburones y nadar a su lado. Presenciar una exhibición de aves rapaces en una terraza que cae directamente sobre el mar. Tocar la piel de un tiburón o ver, a través de un microscopio, lo que comen los corales. Estas son solo algunas de las muchas actividades que se pueden hacer en el acuario de O Grove. La instalación ha renovado parte de sus exposiciones y ampliado su catálogo para convertirse en un centro más interactivo en el que los visitantes y las familias puedan ir a pasar el día. «Queremos hacer un acuario más interactivo y que los niños aprendan divirtiéndose», explica Rebeca Aguinaga, responsable del centro.

La idea es que, además de ver peces, los visitantes que recibe este espacio puedan también experimentar. «No es lo mismo ver a los tiburones detrás del cristal que nadar entre ellos», explica David Rodríguez, jefe de biología del acuario. La actividad es apta para todos los mayores de 16 años y se realiza en colaboración con una escuela de buceo, que imparte a los interesados nociones de esta práctica. «Son grupos muy reducidos, de dos personas y un monitor, y será un paseo tranquilo porque nuestra prioridad son los animales», insiste. Pero hay más actividades. Porque el acuario está actualmente inmerso en la reforma de toda la terraza exterior, donde este verano se realizaron las primeras exhibiciones de aves rapaces. Cuentan con un buitre leonado, varios tipos de águilas y hasta una cigüeña, que es la estrella. Ella se pasea entre los visitantes mientras las rapaces vuelan y atienden las órdenes de sus monitores. Las exhibiciones regresarán esta Semana Santa, todos los días en horario de mañana y de tarde. Esta terraza está siendo reparada para acoger unos columpios para los más pequeños y una zona de mesa, en la que puedan pararse a merendar.

MARTINA MISER

La exposición interior mantiene su estructura anterior, centrada en las especies que se pueden ver en las rías. Pero también hay novedades. Como el arenero que se quiere construir a la entrada, donde los pequeños podrán buscar sus propias conchas bajo la arena, como hacen las mariscadoras. Cuentan, además, con una exposición de artes de pesca y con otra relacionada con la pesca en los ríos. Y se ha ampliado el espacio en el que se pueden tocar estrellas de mar, pepinos y hasta una piel de tiburón. Otra de las novedades es un microscopio a través del que se pueden ver los pequeños bichitos con los que se alimentan a los corales y a los caballitos de mar. En cuanto a las especies, este acuario es el único de España que cuenta con tiburones cazón, de los que tienen dos hembras. «Una lleva tres años con nosotros y le costó mucho empezar a comer. Es una especie que es difícil mantener en un acuario», explica Rodríguez.

Hay más novedades, como el bono anual que por veinte euros permite visitas ilimitadas a los más pequeños. O la renovación de la tienda y del espacio que la rodea, donde habrá una pequeña cafetería, que se ha hecho en colaboración con Essenzial Home de O Grove.

Nacimiento de 24 crías de tiburón cazón

24 nuevos inquilinos tienen en el acuario de O Grove. Son 24 pequeños tiburones de la especie cazón que acaban de nacer en estas instalaciones. Su madre fue capturada por una embarcación de O Grove, el Chapeliño, donde dio a luz al primero de los bebés que, actualmente, se encuentra en muy mal estado. Y fue entregada inmediatamente al acuario, donde se hicieron cargo de ella. La sorpresa llegó ayer por la mañana, cuando apareció rodeada de sus pequeños bebés. «En libertad sobreviviría una de ellas como mucho», explica David Rodríguez, biólogo jefe del acuario. Ahora, intentará sacar adelante el máximo número de crías. Pero reconoce que no es tarea sencilla. Actualmente, son el único centro de España que tienen un tiburón cazón, pues es difícil que sobrevivan en cautividad.