24 horas pendientes de lo que le sucede a los grovenses

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso O GROVE / LA VOZ

O GROVE

MARTINA MISER

El servicio municipal renueva sus instalaciones y sus equipaciones para ser más operativo

25 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Son los primeros en llegar. Los que antes atienden cualquier emergencia que se produce en O Grove, sea esta un incendio en un barco de pasaje o el rescate de un gato que se ha quedado atrapado en un árbol. Porque el resto de servicios de emergencias se encuentran lejos, a una distancia que se puede hacer eterna cuando hay una urgencia. Hace ahora dos años que O Grove reformuló su servicio de emergencias, lo separó del grupo de Protección Civil y le dio autonomía propia. Desde entonces, está formado por una docena de operarios que, por turnos, son los únicos que están pendientes de lo que les sucede a sus vecinos las 24 horas del día. Pero hacen mucho más. Incluso aunque no sea urgente.

La mejora de sus instalaciones fue el primer objetivo que se marcó el ahora responsable del servicio, José Antonio Álvarez. Las últimas inversiones que se hicieron en este inmueble no fueron de lo más acertadas y se hacía preciso una redistribución de espacios para hacerlos más operativos. La gran sala de reuniones, que en su día llegó a tener tres pantallas de televisión, se ha convertido en la sala de estar de los trabajadores. Hay una pizarra para explicar operativos, una mesa, un sillón y las literas en las que descansan por las noches. Estas estaban antes en un espacio sin ventanas, que parecía un zulo. Se ha reformado también la entrada principal. Allí se ha trasladado el costosísimo sistema de telecomunicaciones que se compró en su día y que poco o nada llegó a usarse. Este espacio se ha convertido en un recibidor, en el que también se ubican los ordenadores y el teléfono para atender al público.

Pero ha habido más reformas. El cuarto de comunicaciones es ahora un pequeño despacho y la cocina cuenta con todos los servicios necesarios, desde nevera a microondas. También se han mejorado los baños, y ahora hay agua caliente para que se puedan duchar después de un servicio. Una curiosidad, tienen un aseo para minusválidos, a pesar de que nadie en silla de ruedas podría entrar al edificio sin ayuda, pues tiene escaleras. Las mejoras han llegado también al lugar en el que guardan los equipos, donde se han instalado una serie de armarios en los que tienen todo listo y preparado para diversas actuaciones. Por último, están transformando un despacho en un gimnasio. Pero las mejoras que ha implementado este servicio no afectan solo al edificio, también al equipamiento que tienen. Hasta hace poco, tenían que compartir uniformes. Ahora, cada uno cuenta con diferentes equipaciones, que utilizan en función del rescate. Y tienen nuevas botellas de oxígeno, más ligeras que las anteriores.

Pero queda mucho por hacer, explica Álvarez. Precisan de algún tipo de cubierta, para proteger sus vehículos de las inclemencias meteorológicas. Y reclaman también un Vehículo Autobomba Urbano Ligero. El camión actual, además de que está muy deteriorado, no puede acceder a las calles más estrechas de la localidad. Y eso es un problema.

De la velutina al rescate de gatos, pasando por incendios y accidentes

Los turnos en este servicio de emergencias empiezan a las ocho de la mañana y duran 24 horas. En cada uno de ellos hay dos o tres operarios, dependiendo de las necesidades de personal. Antes de irse, los que han estado trabajando informan a los que se incorporan de las incidencias del servicio y de las tareas que han dejado hechas. Porque ocuparse de la limpieza de la base y del mantenimiento de los equipos es también misión suya. Las mañanas se aprovechan, también, para hacer formación, tanto teórica como práctica. Pero no suelen tener demasiado tiempo libre en los turnos. A su tarea de atender incendios o accidentes, se les ha sumado la de luchar contra la velutina. Casi todos los días tienen que ir a retirar algún nido, además de que se ocupan de poner por las calles de O Grove un sinfín de trampas que ayudan a acabar con esta plaga. Pero hay más. Rescatar a perros y gatos, y cualquier otro tipo de animal, se ha convertido también en su misión. De hecho, recientemente, tuvieron que ocuparse de retirar una serpiente.