El Monte Central y la magia de un parque escondido en A Toxa

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso O GROVE / LA VOZ

O GROVE

MONICA IRAGO

Este espacio se ha convertido en uno de los principales atractivos de la localidad meca

21 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Un lugar mágico y fantástico de obligada visita». «Sitio súper bonito donde menos te esperas encontrarlo». «El lugar es precioso, con pequeñas casitas, y parque para niños. Los peques disfrutarán, pero no más que los mayores». Estas son solo algunas de las cerca de quinientas opiniones que aparecen en el principal buscador de Internet cuando se busca la aldea de los Grobit. Porque este mágico espacio, escondido en el Monte Central de A Toxa, se ha convertido en los últimos años en uno de los más visitados, y también de los mejor valorados por los turistas. Y eso que ni siquiera hay un solo indicador en la isla que explique el camino a seguir. Hay que adentrarse en el monte y dejarse llevar por la magia.

Los troncos de colores que pueblan el Monte Central son la única señal de que este espacio esconde algo en su interior. Un lugar mágico donde, como se cuenta en los bancos del recinto, habitan los Grobit, esos pequeños seres con los que resulta difícil cruzarse. El parque fue creado hace años y, poco a poco, se ha ido ampliando. A las dos casitas originales se le añadieron unos columpios de madera. Y, hace solo unos meses, O Grove cumplió el deseo de los más pequeños y construyó una casa a cuyo interior se puede acceder. Tiene esta un millón de rincones mágicos, como al biblioteca de los libros termales o la cámara secreta del tesoro, por no hablar del túnel de las estrellas, por el que los pequeños salen de la vivienda y llegan a una nueva zona del parque. Porque también se han ampliado los juegos de madera. Todo ello ha llevado a que este recinto sea uno de los más conocidos del municipio meco, sobre todo si hacemos caso a las reseñas de Internet. Es también uno de los más visitados, y los fines de semana que hace buen tiempo se ha convertido en un lugar de encuentro para niños de toda la comarca. Allí juegan, corren y, por supuesto, se acercan a visitar a los burros, otros de los inquilinos más queridos de la isla.

Mucho por donde pasear

Pero el Monte Central guarda muchos más atractivos que la aldea Grobit. El parque ofrece una serie de sendas por las que se puede pasear tranquilamente y, de hecho, es muy utilizado por los vecinos para hacer deporte o sacar a pasear a sus mascotas. Los perros cuentan aquí con un recinto especial, un circuito de agility en el que pueden entrenar sus habilidades. Está este perfectamente delimitado y cerrado, para que los animales no escapen. Y cuenta con todos los juegos en perfecto estado, exceptuando uno de ellos al que le faltan unas barras.

En general, todo el monte se encuentra bastante limpio, pues no se aprecian restos de basura a simple vista. Hace unos meses, el Partido Galeguista Demócrata (PGD) se quejaba del abandono que imperaba en este entorno, donde solo se había cortado la hierba en una zona. Es cierto. Hay lugares en los que se ha eliminado la maleza y otros en los que la altura de esta es considerable, si bien no llega a afectar a los caminos. Tampoco los elementos de madera están todo lo bien conservados que deberían y hay vallas que han desaparecido por completo. Otro pero es que ha vuelto la acacia negra, esa especie invasora que tan poco gusta.