Vecinos O Grove sopesan crear patrullas para evitar destrozos en el cementerio de San Vicente

Bea Costa
Bea costa O GROVE / LA VOZ

O GROVE

MARTINA MISER

El camposanto apareció con una cruz y cristales rotos

11 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos de San Vicente de O Grove empiezan a estar hartos de los recurrentes destrozos de que es objeto el cementerio parroquial cada verano, de modo que se están planteando tomar medidas. Una de ellas es la de crear patrullas ciudadanas para vigilar el camposanto durante la noche, con el fin de disuadir a los gamberros que aprovechan la falta de luz para hacer de las suyas.

Sus últimas andanzas dejaron varios destrozos: una cruz de mármol y varias cristaleras de los nichos rotas, la rotura de los aspersores de riego y de unas placas metálicas de la alarma de la iglesia, daños en las casetas que se instalaron en la llamada huerta del cura a propósito de la Festa da Malla, además de dejar sucio el recinto con restos de botellón.

Los hechos han sido ya denunciados en el cuartel de la Guardia Civil de O Grove por parte del párroco de San Vicente, Juan Ventura, pero los vecinos no se fían de que esta medida sea suficiente y están dispuestos a robarle horas al sueño y a organizarse para poder vigilar el cementerio situado al lado de la iglesia. El recinto no está cerrado, de manera que no hay otra forma de evitar el acceso al cementerio. El hecho de estar situado en un lugar aislado, alejado de las casas, facilita que los gamberros puedan actuar a sus anchas sin ser vistos fácilmente.

Sospechas, pero sin pruebas

Los destrozos y el botellón se producen siempre en verano, lo cual lleva a los vecinos a sospechar que este tipo de sucesos está protagonizado por personas que acuden a O Grove a pasar sus vacaciones, aunque, de momento, no hay pruebas que permitan identificar a los autores.

Juan Ventura Martínez lamentaba ayer que se produzcan este tipo de episodios. «Lo peor no es tanto por el valor económico de los destrozos, que será de unos 400 euros. Lo que más rabia da es comprobar que la gente no tiene valores y que no respeta nada. Los que vienen al cementerio de noche, incluso andan por encima de los nichos», señaló.