La oposición grovense carga contra la obra de reforma de Alexandre Bóveda

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso O GROVE / LA VOZ

O GROVE

MONICA IRAGO

Acusa al Concello de no pensar en las consecuencias de eliminar un sentido del tráfico

02 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los planes de peatonalización del gobierno meco no están gustando demasiado a la oposición. No porque estén en contra de este tipo de medidas, que buscan dar prioridad al peatón sobre los coches, sino porque, en su opinión, el Concello los está acometiendo sin previsión ninguna. «Queremos que as cousas se fagan ben», resumió Xan Lamelas, portavoz de EU. Y eso es algo que, en opinión de todos los grupos de la corporación, no está sucediendo. PP, BNG y PGD también estuvieron de acuerdo en que no se están teniendo en cuenta las repercusiones de cerrar las calles al tráfico. Sobre todo, en Alexandre Bóveda, donde la medida obligará a desviar el tráfico por delante del colegio Rosalía de Castro y hacia el cruce de la avenida de Portugal, uno de los más conflictivos de la localidad.

O Grove llevó ayer a pleno el cambio de destino de una subvención concedida por el Estado. El alcalde, José Cacabelos, insistió en que el debate solo debía centrarse en que los 100.000 euros que se iban a gastar en reformar Beiramar, deberían ahora destinarse a la mejora que se va a acometer en Alexandre Bóveda. Pero la oposición aprovechó la ocasión para recriminarle la manera en la que se están acometiendo los cambios de tráfico. «O seu esperpento continua. Temos argumentos máis que suficientes para pedir que se retire este punto da orde do día», reclamó Fernando Meis, portavoz del PP. En la misma línea se manifestó EU. Recordó que todas estas actuaciones deben inscribirse en el marco del Plan Especial de Mobilidade Urbana Sostible que tiene el Concello de O Grove. Y que este cuenta con una comisión de políticos y agentes sociales que deben elegir las actuaciones que se acometerán. El municipio no lo está haciendo así, «e non temos datos para avaliar se a actuación de Alexandre Bóveda vai ser positiva ou negativa», argumentó Lamelas. Se mostró preocupado por los Camiños Escolares que pasan por esa zona y porque el tráfico se va a desviar por una calle más estrecha y que pasa por delante de un colegio. Y pidió, también, la retirada del punto del orden del día.

Sus palabras fueron refrendadas también por el portavoz del BNG, Heladio Outeiro. Acusó al regidor de basar sus propuestas «en mentiras, porque dicides que a obra vai eliminar tráfico pesado, cando por esa rúa non poden pasar camións». Argumentó, además, que «se está enviando o tráfico por rúas que non teñen beirarrúas. Moverse polo Grove xa é un labirinto», añadió. Y hasta el Partido Galeguista Demócrata se mostró crítico con la obra de Alexandre Bóveda porque no se habían estudiado sus repercusiones, y pidió que el punto quedara sobre la mesa.

A ello se negó el regidor. Aseguró que si el punto no salía adelante O Grove perdería 100.000 euros y que su equipo ya había tomado la decisión de acometer tanto la reforma de Alexandre Bóveda, como la de Beiramar. Que el voto en contra de la oposición solo iba a suponer que la localidad perdiera dinero, no que se frenaran esos proyectos. Y eso le valió una nueva ronda de críticas de la corporación.

El PP aseguró que con las peatonalizaciones que se están acometiendo «se está condenando aos coches a circular por rúas estreitas sen aceras». Es el caso de la Castelao, añadió, donde su cierre ha provocado que los vecinos de Entrehortas noten un aumento del tráfico. «O camiño escolar seguro, xa non vai ser tan seguro. E recomenda aos veciños que usen a bice. Para os de San Vicente vir en bici é un pouco complicado, sobre todo cando vemos que outros compañeiros que viven no Sineiro veñen todos os días en coche ao centro», añadió Meis. EU insistió en que, antes de tomar la decisión de cerrar un sentido del tráfico en Alexandre Bóveda, era preciso afrontar qué iba a pasar con el tráfico que pasará a partir de ahora por delante del colegio, o qué va a suceder con el cruce de la avenida de Portugal, porque es muy conflictivo.

Cacabelos prefirió zanjar el debate y, tras esa segunda intervención, se celebró la votación. Las abstenciones del BNG y del PGD permitieron al gobierno sacar adelante este punto.