La basura que trae el mar sale cara

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso O GROVE / LA VOZ

O GROVE

CEDIDA

Liberar A Lanzada de una planeadora que ardió en 2008 costó 9.000 euros; O Grove acaba de ahorrarse otros 4.000 gracias a que la marea se llevó al cachalote

17 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchos son los concellos que estos días se afanan en retirar la basura que el mar deja en sus playas. Plásticos, algas secas y otros restos son recogidos por los operarios municipales con el fin de que los arenales estén en perfecto estado de cara a la Semana Santa. El problema viene cuando lo que la marea trae tiene grandes dimensiones. Sucedió el pasado lunes en O Grove. Un cachalote de más de diez metros de largo, y de más de tres toneladas de peso, apareció en A Lanzada. Y en el Concello se echaron las manos a la cabeza. Porque retirar los restos de este animal supondrían un gran desembolso económico para un municipio pequeño. Tienen experiencia. La planeadora gigante que en 2008 acabó en esta misma playa, completamente quemada, precisó de 9.000 euros para ser trasladada al depósito municipal donde, por cierto, sigue. Así que cuando la pasada madrugada la marea se llevó de nuevo al cachalote, en O Grove respiraron tranquilos. Se acaban de ahorrar un mínimo de cuatro mil euros, reconoce la concejala de Obras, Ángeles Domínguez.

«Fomos incapaces de sacar eses retos con medios municipais», explica la también titular de Medio Ambiente en la localidad meca. Los operarios municipales llevaban días intentando retirar el cachalote que apareció el pasado lunes. En vista de que no era posible, el Concello empezó a pedir presupuestos. Una grúa y un camión con un contenedor adecuado para recoger y trasladar estos restos costaría 4.000 euros. A mayores, habría que pagar al gestor autorizado para que se hiciera cargo del animal. «Esa parte dixo a Xunta que a pagaba ela», argumenta Domínguez, que estaba resignada a dilapidar en esta operación «boa parte do presuposto que temos para as praias», explica. Por fortuna, no fue necesario. «A marea levou os restos e hoxe non quedaba nada», añadió la edil.

En O Grove saben por experiencia que retirar la basura puede salir caro, sobre todo si esta tiene grandes dimensiones. Sucedió en agosto del 2008. Un desembarco de cocaína frustrado terminó con una planeadora de grandes dimensiones y seis motores quemada en la playa de A Lanzada. La embarcación, implicada en una operación por la que posteriormente se condenó a Rafael Bugallo, O Mulo, a una pena de ocho años y medio de prisión, pesaba más de 7.500 kilogramos y estuvo durante varios días conviviendo con la multitud de bañistas que en esas fechas se dan cita en el popular arenal meco. Porque trasladarla, recuerda ahora Domínguez, no fue tarea sencilla. La primera grúa que se trajo para moverla no pudo hacerlo y fue preciso buscar un vehículo especial para poder llevarla al almacén municipal. La operación tuvo un coste de nueve mil euros que, por fortuna, no tuvo que sufragar el Concello. Finalmente, las fuerzas del orden se ocuparon de abonar la factura. De lo que nadie se ha hecho cargo, casi diez años después, es de la planeadora. Sigue en el depósito municipal.