¿Dónde guardamos todos los tapones?

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso O GROVE / LA VOZ

O GROVE

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El almacenaje de estos residuos solidarios empieza a suponer un problema en algunos municipios. O Grove, por ejemplo, suspende su recogida temporalmente

27 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchos son los hogares arousanos en los que, además de separar los residuos tradicionales, guardan un espacio para los tapones de plástico. Un recipiente en el que se depositan la tapas de los mil y un envases que se consumen a diario con el fin de, posteriormente, reciclarlos y poder destinarlos a causas solidarias. Porque siguen siendo muchos los niños que dependen de esta ayuda para financiar sus tratamientos médicos. De ello se ocupa Amigos de Galicia. Pero la recogida de estos elementos está suponiendo un problema en muchos concellos. Tanto, que cada vez son menos los puntos de recogida. En O Grove, por ejemplo, han tenido que suspender temporalmente el servicio, que llevaban a cabo los operarios de emergencias.

El problema, explican en la localidad meca, es que los tapones no siempre llegan limpios. Eso, sumado al hecho de que estos elementos pasan semanas guardados en bolsas de plástico antes de que los recojan los responsables de la fundación, genera desde malos olores hasta la aparición de plagas, como ratas y hormigas. Así le sucedió a los responsables del servicio de emergencias de O Grove. «Amigos de Galicia non podía pasar sempre e tivemos problemas de almacenaxe. Había ratas, formigas e malos cheiros, non era normal», aseguran desde el servicio de emergencias de la localidad. La semana pasada informaban a través de las redes sociales de que la recogida de tapones quedaba, por ahora, suspendida. Así lo confirmó también la concejala de Servizos Sociais, Noemí Outeda, quien confía que en breve se pueda retomar.

Según explica la fundación, en la comarca arousana existen actualmente una veintena de puntos en los que se recogen estos tapones. Algunos, como los de O Grove y A Illa, han cerrado sus puertas. El resto se concentran en unos pocos municipios, como Vilagarcía, o los mantienen los responsables de los colegios, como sucede en Meis, Ribadumia o Vilanova.

19.530 €

Ayuda a los niños

Importe que la fundación ha destinado a pagar facturas médicas de los pequeños.

4.218 €

Recaudado en 2016

Cuatro niños se beneficiaron de este dinero, recaudado con la venta de tapones.

200 €

Precio por tonelada

La fundación lleva los tapones a una fábrica de A Cañiza, donde se los compran.

Un reciclaje que permite recaudar 4.000 euros al año para los niños

Amigos de Galicia es una de las entidades que se ha sumado a las campañas de recoger tapones para ayudar a niños con enfermedades raras o que precisan tratamientos muy costosos que no siempre financia la sanidad pública. La entidad atiende, cada año, a una media de entre cuatro y cinco menores. Este programa ha permitido que, en los últimos años, la fundación haya recaudado 19.530 euros, que se han invertido en financiar los tratamientos de estos pequeños.

«Nos llegan las solicitudes de las familias, de que no tienen cubierto el tratamiento que precisan. Hacemos una valoración estimada de lo que cuestan las terapias que precisan y lanzamos una campaña», explican en Amigos de Galicia. El pasado año recogieron tapones para Nahir, de Pontevedra, Alex (Vigo), Alistair (Taboadela) y Valeria (Verín). Ahora están también inmersos en ayudar a Iago. La fundación tarda alrededor de dos meses en recoger los tapones precisos para costear el tratamiento, Después, no entregan el dinero a sus padres, sino que se ponen en contacto con la clínica y pagan directamente las facturas.

Desde la fundación explican que ellos se desplazan por toda Galicia recogiendo los tapones. En su web se puede consultar un listado de todos los negocios, colegios y administraciones públicas que colaboran, «Lo único que pedimos a los que quieran colaborar es que tengan un lugar donde almacenarlos», explican. Porque ellos pasan de forma periódica, es decir, cuando hay un buen número de bolsas para recoger. Una vez que se junta una cantidad considerable, los llevan a A Cañiza, donde hay una fábrica de reciclado de plásticos que le paga doscientos euros por cada tonelada. Dinero que, posteriormente, destinan a los tratamientos de estos pequeños.