Entre media hora y 51 minutos de espera para quienes viajen de Santiago a O Grove

Serxio González Souto
s. gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

28 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No es mal momento para que Vilagarcía mueva ficha en todo cuanto tiene que ver con los muchos problemas asociados al transporte de viajeros. La Xunta se halla inmersa en el diseño de las líneas definitivas de autobús -las concesiones que se suceden desde agosto no son más que un parche para ir tirando hasta el 2019- así que si alguien quiere que su voz se escuche y se tenga en cuenta, se trata de hacerlo ahora, cuando el sistema se está reformulando. Viene esto a cuenta de la escasa importancia que se le ha concedido a la coordinación de los servicios de ferrocarril y autobús. Un ejemplo elocuente: las cuatro rutas de autocar reformadas que comunican los municipios de O Salnés apenas toman en consideración este factor, que se diría imprescindible para el desarrollo de un turismo bien entendido, puesto que cualquiera que desee viajar entre Santiago y O Grove no tiene más remedio que aguardar entre treinta y 51 minutos en la estación de Vilagarcía para combinar ambos medios de transporte.

De momento, la capital arousana ha sorteado el primer obstáculo que hubiese arruinado cualquier pretensión de intermodalidad. En su diseño inicial, tanto las rutas comarcales adjudicadas en agosto como la vieja línea atlántica de Castromil que está a punto de serlo sustituían la estación de buses por las dársenas de O Cavadelo. La Xunta lo ha corregido en ambos casos.