La única parada en Vilagarcía del bus a Santiago seguirá en la estación

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

MARTINA MISER

La Xunta corrige el diseño inicial de la ruta y elimina de ella el enclave de O Cavadelo

27 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La llegada del otoño trajo consigo la reformulación de las líneas de transporte de pasajeros en media Galicia. O Salnés no fue una excepción, y la comunicación interna de la comarca quedó configurada en torno a cuatro líneas. Dos de ellas unen Vilagarcía con O Grove y A Illa: las otras dos, el hospital con O Grove y A Illa. Aunque el servicio fue adjudicado de nuevo al grupo Monbus, rutas y horarios experimentaron modificaciones de acuerdo con criterios que, la verdad, no acaban de satisfacer a nadie. Es el turno del trayecto que comunica A Coruña y Santiago con O Grove, dentro de un trazado mucho más amplio que operaba la legendaria compañía Castromil, absorbida hace años por la potente corporación lucense. Este quinto tramo, que completará el mapa de los autocares que recorren los municipios arousanos, acarreaba, en el diseño inicial que proponía la Xunta, una desagradable sorpresa para dos de las estaciones que funcionan en la comarca: la de Vilagarcía desaparecía para ser sustituida por las dársenas del bus urbano de O Cavadelo, mientras que la de O Grove se esfumaba en favor de una escala a ubicar delante de la iglesia parroquial. Aunque todavía no ha sido adjudicado, la Dirección Xeral de Mobilidade acaba de corregir este planteamiento, salvando las instalaciones de la capital arousana.

Claro que no se trata de ningún capricho, sino del resultado de las alegaciones que ante este proceso presentaron la propia estación de autobuses y la compañía Pereira, concesionaria de las líneas de autocar urbano de Vilagarcía. En la primera de ellas se argumentaba que los servicios hacia Santiago y A Coruña deben detenerse, necesariamente, en las instalaciones de la avenida López Ballesteros. El departamento autonómico lo acepta, e incluye la estación dentro del recorrido. La impugnación de Pereira, adquirida el año pasado por el grupo Benito Abalo, va un paso más allá. Como titular de dos concesiones afectadas por este anteproyecto, la empresa sostenía que la escala de O Cavadelo tiene que ser sustituida por la de la estación de autocares. La resolución de la Xunta es igualmente favorable a este punto de vista: «Engádese Vilagarcía E. A. e elimínase a parada do Cavadelo, actualmente referida como Vilagarcía de Arousa», reza, textualmente, la resolución del área, dependiente de la Consellería de Infraestruturas e Vivenda. Aclarado el asunto, queda por conocer qué firma gestionará la renovada línea. Monbus aspira a continuar con ella.

Monbus, la actual concesionaria, es una de las firmas que aspira a operar la renovada línea

Una veintena de paradas a lo largo de toda la comarca

La línea atlántica que ahora sale a concurso, mientras la Xunta define su plan de transporte público definitivo, cuenta, por lo que respecta a la comarca de O Salnés, con 21 paradas que se distribuyen a lo largo de ocho municipios. Concretamente en Pontecesures (2), Valga (2), Catoira (2), Vilagarcía (4), Vilanova (3), Cambados (2), Meaño (2) y O Grove (2). Los únicos concellos que se quedan al margen de este servicio son Ribadumia y Meis.

O Grove no presenta ninguna alegación y los autocares se detendrán delante de la iglesia

A diferencia de la resolución favorable al mantenimiento de la parada en la estación de buses de Vilagarcía, nada dice la Xunta con respecto a las instalaciones de O Grove. La conclusión evidente es que los autocares que comunicarán la villa meca con la capital arousana y Pontevedra dejarán a los viajeros delante de la iglesia parroquial. Así figura en el anteproyecto que tramita la Dirección Xeral de Mobilidade. Y es que del territorio meco no ha partido, por lo visto, ninguna alegación. Al menos, el departamento autonómico no se refiere a ninguna, ni para aceptarla ni para rechazarla.

Llama la atención este hecho, habida cuenta de que el alcalde grovense, José Cacabelos, se ha mostrado especialmente crítico con las rutas que la Xunta ha diseñado, tanto por lo que respecta a las comunicaciones intracomarcales como por lo que tiene que ver con las conexiones hacia el resto de Galicia. El regidor socialista lamenta, por ejemplo, que cualquier persona que quiera viajar entre Santiago y O Grove se vea sometida a un verdadero calvario, además de cargar contra la descoordinación entre los servicios de bus y ferrocarril.

No es menos cierto que el anteproyecto de la línea atlántica se publicó en plena Navidad, dificultando que las maquinarias municipales se pusiesen en marcha para defender sus puntos de vista. Así lo subrayó la concejala de Urbanismo e Mobilidade de Vilagarcía, Paola María, pese a haber solicitado expresamente a la Xunta que informase de cualquier movimiento en este sentido. Las alegaciones de la estación y Pereira cubrieron el hueco.