Siete décadas del éxito celeste salido de un «manicomio»

O GROVE

vilalonga cf

El conjunto de San Pedro celebra esta noche su setenta cumpleaños con una cena baile

10 nov 2017 . Actualizado a las 22:06 h.

Lo narra Victoriano Andrés Otero Iglesias en su imprescindible «Vilalonga FC, 50 años de historia» que se publicó en 1997 cuando el club cumplía el medio siglo. Todo se gestó en O Manicomio, una taberna que regentaba Cándido Camiña, O Chapuzo. Allí se reunían un grupo de jóvenes de Vilalonga y Noalla que solían medirse en partidos de fútbol con los rapaces de O Grove y que estaban decididos a crear su propio club.

La intervención de la Guardia Civil puso la guinda. «Certa noite -cuenta Otero Iglesias- fixo acto de presenza no Manicomio a parella da garda civil espetándolles: ‘Imos ver, que carallo estades a matinar. Xuntádesvos todas as noites e non cremos que sexa para falar de negocios. ¿Non sabedes que hai unha lei que prohibe xuntanzas de máis de tres persoas?’». Los allí reunidos les contaron a lo que se dedicaban y los miembros de la Benemérita les aconsejaron que inscribieran el club cuanto antes para evitar malos entendidos. Aquello sucedió en 1947 y en aquellas primeras reuniones una cosa quedó clara: el referente del club sería el Celta y la camiseta, por lo tanto, celeste y el pantalón blanco.

El orgullo de una parroquia

Siete décadas después de aquellos primeros pasos en O Manicomio el Vilalonga sigue vivo. Con sus altibajos pero llevando siempre en su camiseta, que sigue siendo celeste por supuesto, el orgullo de una parroquia que apoya como ya le gustaría a muchas otras a su equipo. Para celebrar estos setenta años de éxitos el club ha organizado este fin de semana toda una serie de actos que se iniciarán esta noche con una cena baile. Mañana se celebrará una misa en el campo para recordar a los socios fallecidos y a continuación habrá una sesión vermú en la cantina. Por la tarde, llegará el fútbol claro. Será en el Vilalonga-Boiro y con la Banda Municipal de Sanxenxo amenizando los prolegómenos del encuentro y el descanso.

Toda una fiesta para celebrar setenta años en los que hay logros como aquel título de campeón autonómico de aficionados o las fases de ascenso a 2.ª B. La primera en la campaña 92-93 y la última en la 2007-08, precisamente en la del sesenta aniversario. Sin embargo, y más allá de las cuestiones deportivas, el gran éxito que ha tenido el Vilalonga durante sus siete décadas de historia es que ha sido capaz de que toda la parroquia se sienta identificada con su equipo. Que el celeste de su camiseta sea una referencia y acudir a San Pedro casi una religión.