El ejemplar de rorcual común medía trece metros de largo
12 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.No es ningún secreto que la basura que llega al mar acaba convirtiéndose en un problema para los animales que en él habitan. Y el pasado fin de semana se pudo ver un nuevo ejemplo de ello. Responsables del Bottlenose Dolphin Research Institute (BDRI), un centro de investigación y formación que se dedica al estudio de los cetáceos marinos desde O Grove, avistaron una ballena que estaba completamente enmarañada en una red. «O quedó atrapada y logró soltarse o encontró una red abandonada», explica Bruno Díaz, responsable de este centro. Sostiene que les fue completamente imposible poder ayudar al animal y que esta red supone un grave peligro para el mismo, pues puede ahogarse o sufrir una infección que le cueste la vida.
El equipo estaba trabajando a unas millas de la isla de Sálvora cuando avistaron a esta especie. Se trataba de un ejemplar juvenil de rorcual común, que medía alrededor de 13 metros de longitud. Enseguida pudieron comprobar que la ballena estaba rodeada por una red de pesca. «Esta especie puede llegar hasta a los 22 metros de largo», explica Díaz.
Los responsables del BDRI intentaron ayudarla, pero los fue totalmente imposible. Explican que, en la mayoría de estos casos, no se puede hacer nada, por las grandes dimensiones del ejemplar. «Es un peligro porque te puede arrastrar a ti y a la embarcación porque son animales de muchas toneladas», insiste Bruno Díaz, quien también asegura que la red puede poner en serio peligro a la vida del rorcual. Por fortuna, «en este caso parecía que podía nadar igual perfectamente».
Migración a Mauritania
Desde el instituto grovense aseguran que la presencia de ballenas en la costa arousana no está documentada recientemente, aunque insisten en que este es un espacio muy rico y de una diversidad inmensa para el avistamiento de cetáceos. Consideran que esta es una época «en la que hay mucha vida en el mar». De hecho, la ballena avistada «creemos que pasaba cerca de nuestra costa como parte de su migración hacia Mauritania, lugar en el que suelen pasar el período invernal». Estas especies suelen regresar en primavera, cuando van camino hacia Escocia para quedarse allí durante la temporada estival.
Una especie sobre la que no hay estudios
¿Es frecuente el avistamiento de estas especies en la costa arousana? Desde el instituto grovense no tienen, por ahora, una respuesta clara a esta pregunta. «El problema es que no se sabe porque hay muy pocos estudios», explica Bruno Díaz. Ellos llevan ya dos años documentando la presencia de esta especie en la ría, «y estamos gratamente sorprendidos por la abundancia y diversidad de especies encontradas».
En el instituto meco recuerdan que «en la ría había una industria ballenera». Ahora, en cambio, «se desconoce la riqueza que hay porque no hay estudios recientes». Y eso que Arousa es un espacio de una diversidad muy grande, en lo que a la presencia de cetáceos se refiere. «El otro día avistamos seis especies diferentes de cetáceos, entre delfines, marsopas y ballenas. Hay pocos lugares en el mundo con esta diversidad y esta riqueza», argumenta.
Estudiar la presencia de estas especies es una de las tareas que lleva a cabo este centro. «Este es el segundo año que llevamos a cabo estudios acerca de la presencia de ballenas en la zona», cuenta Díaz. Por ahora, están sorprendidos con los resultados obtenidos, porque han conseguido avistar gran cantidad de ejemplares y de especies muy diversas, «siendo las más comunes los rorcuales aliblancos y los comunes», concluye.