El jardinero que reformó la rotonda del mariscador

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

O GROVE

emilio moldes

Autor de más de 700 obras en distintas partes de Galicia, también ganó dos veces el concurso de Allariz

04 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las rotondas son referencias habituales a la hora de dar indicaciones y piezas arquitectónicas que figuran en mil y una postales y fotos, cuanto más céntricas mejor. Cualquier tratamiento en una de estas glorietas suscitará, solo por tocarla, numerosos comentarios sobre su aspecto final. No vale hacer cualquier cosa y eso lo sabe muy bien José Souto, marinense de 36 años. Con una dilatada experiencia en cuestiones paisajísticas -en su haber hay más de 700 obras- asumió el reto de transformar dos puntos «emblemáticos», como él mismo los define, de su localidad natal: las rotondas de la plaza de España y de las Anclas, en Cantodarea. El resultado ha sido introducir estos jardines marinenses en el siglo XXI, modernizando su aspecto.

Sus obras no han suscitado solo el interés del Concello de Marín. En O Grove diseñó la transformación de la rotonda del mariscador en O Corgo, que realizaron los alumnos del taller de empleo del municipio. Ahora está en conversaciones con el Concello de Bueu para ver cómo mejorar la imagen de algunos de los recodos de esta villa.

Dos veces ganador, por votación del público, del Festival Internacional de Xardíns de Allariz -años 2011 y 2016-, José Souto explica que su interés por el paisajismo le viene desde niño. «Mi objetivo era trabajar con elementos de la naturaleza. De pequeño el tema constructivo me atraía, así que unifiqué las dos cosas precisamente en lo que consiste el paisajismo, que es la unión de elementos naturales con un toque de profesionalidad y con criterio».

Souto detalla que la preparación de un jardín requiere de una planificación previa y un contacto permanente con el cliente, sea una entidad pública o un particular. «Primero hay que hacer una toma de contacto inicial, escuchar al cliente y ver las necesidades que tiene y las posibilidades de gasto», aclara. Entonces acostumbra a dar dos opciones, siempre viables dentro de los requisitos abordados en el arranque del proyecto.

Las plagas que últimamente han asolado algunas de las plantas típicas en jardines y parques, como el picudo en las palmeras o la Cydalima en los setos de boj, no han modificado los hábitos de este marinense. Hay múltiples variantes de diseños y plantas, sin tener que utilizarlos.

El sello de un paisajista es característico, como él mismo confiesa, como si se tratase de la huella dactilar o el DNI. «Yo tengo un estilo muy particular, con un trabajo muy elaborado», matiza. «La botánica la conozco muy bien y hago unas mezclas que funcionan, estructuralmente me gusta el agua, tipo cascadas, la iluminación, la piedra, la madera», indica.

Al definir los retos de esta profesión, José Souto añade: «El paisajismo es como pintar un cuadro con vegetación, un cuadro que tiene vida, que es en 3D, y que tiene evolución».

Este marinense es optimista ante el futuro del paisajismo en Galicia. Sostiene que está emergiendo un perfil de usuario innovador. Se trata de gente que «tiene la mente abierta, considera el exterior como una habitación más abierta de la vivienda y que busca un profesional que le haga su pequeño rincón de naturaleza a la entrada de su casa». En los últimos diez años, José Souto ha constatado un creciente interés en este sector por parte del público.