Tres décadas con Voz propia

O GROVE

MONICA IRAGO

Fueron años de mucho periodismo de calle, de muchas horas en barras y ventanas

19 may 2017 . Actualizado a las 13:22 h.

Parece que fue ayer, pero ya han transcurrido 30 años desde que aquel diario centenario coruñés, que dos décadas antes se había convertido en regional, sacando a la calle siete ediciones diferentes en las principales ciudades de Galicia -las cuatro capitales de provincia, más Santiago, Ferrol y Vigo- dio un paso mas, con una apuesta sin precedentes por la comarcalización. Así, aquel 19 de mayo de 1987 llegaron a los quioscos por primera vez las ediciones de A Mariña, Arousa, Barbanza, Bergantiños y Valdeorras, a las que algún tiempo después se les sumarían las de O Ribeiro, Val de Lemos y Lalín-Deza.

Inicialmente eran cuatro páginas de información local a las que, en el caso de Arousa, había que sumar casi a diario las que salían en la edición general en las secciones de Galicia y/o Marítima dedicadas, la mayoría de las veces, a la cobertura de sucesos relacionados con el contrabando, la salida a la superficie del iceberg del narcotráfico y el furtivismo. La dinámica social de la comarca aún seguía marcada en aquellos años por la resaca de la ofensiva judicial y policial contra el boyante negocio del Winston de batea, que vivía un silencioso proceso de reconversión interna hacia otro tipo de negocios, igualmente ilícitos, pero más lucrativos.

Fueron años de mucho periodismo de calle, al que a las horas de trabajo en la redacción había que sumarles otras muchas en las concurridas barras y ventanas de los bares de A Baldosa, O Castriño de Cambados o la Taberna Lavandeiro de O Grove, que congregaban a ciertas horas del día a una fauna muy variopinta de políticos, policías, guardias civiles, abogados, profesores, empresarios y otros profesionales. En esos foros se podía palpar el auténtico pulso de la vida de la comarca que nos permitía ir un poco más allá del periodismo de notas y comunicados y del «fulano dice y mengano contesta».

El 12 de junio de 1990, unas pocas semanas después del tercer cumpleaños de La Voz de Arousa, tuvimos el privilegio de contar en vivo y en directo la macrorredada que dirigió personalmente, sobre el terreno, Baltasar Garzón y que marcó un hito en la historia de Arousa, de Galicia y de España. A partir de ese día y de forma paulatina empezaron a cobrar sentido muchos aspectos de una realidad sobre la que se intuían cosas, pero, en la mayoría de los casos, faltaban evidencias que impedían poner nombre y apellidos a sus protagonistas, de los que en muchos casos solo se conocían los apodos.

Las últimas pinceladas de este retrato realista y que cierra un capítulo clave en la crónica negra arousana llegaron el martes santo del 1997, hace ya 20 años, con la caída del capo di capi y de sus lugartenientes. La crónica de aquel día y su contexto ocupó nada menos que cinco páginas de la edición general del día siguiente. Pero todo esto ya es historia, y a quien le interese tiene a su disposición las hemerotecas. Verba volant, escritus manet (las palabras vuelan lo escrito permanece), decían los latinos.