Diseño y cultura para crecer sin renunciar a O Grove

marina santaló O GROVE / LA VOZ

O GROVE

MARTINA MISER

Tras veinte años serigrafiando para terceros, Chini apostó por crear su propia marca, Nikis, en plena crisis

09 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Lo que comencé haciendo y lo que hago hoy en día son dos cosas que no tienen nada que ver». Basta conocer la evolución de la trayectoria profesional de David Blanco para entender sus palabras. Una evolución propia de las ideas que funcionan y que, como consecuencia, no dejan de crecer. Pero el hecho de que Chini, como le conocen en O Grove, comenzase desde el primer peldaño, provoca que el cambio sea notable. El joven que hace más de veinte años apostó por buscarse la vida de la mano de la serigrafía posee hoy su propia marca, Nikis, que combina la venta de prendas de ropa, como camisetas, y otros objetos con la difusión de la cultura gallega. «Quería mezclar diseño con cultura», explica Chini, a quien enseguida uno empieza a llamarle por el nombre con el fue bautizado en parvulitos. «Me lo puso otro niño porque tenía los ojos achinados, y ahí quedó», cuenta mientras cocina. «Con los fogones no soy muy creativo», bromea. Apostó por un bacalao.

Para lo que no le falta creatividad es para el diseño de camisetas. «Al acabar el servicio militar, con 19 años, empecé a colaborar con diseñadores», explica. El paso previo fue aprender serigrafía, para lo que no le hizo falta más que él mismo. «Soy autodidacta», indica, sobre unos inicios que fueron posibles gracias al pequeño crédito que le avaló su padre para comprar dos máquinas de segunda mano. Con ellas hizo sus primeros trabajos y creó unos lazos laborales que todavía se mantienen hoy en día: Carlos Blanco, Luís Davila o Roberto Vilar son algunos de los rostros conocidos con los que colabora. ¿La forma de hacerlo?. «Cada uno tiene diferentes necesidades y como nosotros contamos con todo el proceso de fabricación, podemos ceñirnos a lo que nos pidan», indica sobre una relación que se mantuvo con la creación de Nikis a finales de 2013.

En plena crisis económica, Chini apostó por dar un paso al frente. «Era el momento de adaptarse y buscar nuevas vías de negocio con las que poder tirar para adelante», recuerda. La jugada le salió bien. A la creación de la marca, le prosiguió inmediatamente la apertura de su tienda matriz, ubicada en Santiago. Pronto se fueron multiplicando, También el número de trabajadores. Puede presumir de contar con un equipo de treinta personas que provoca que, muy frecuentemente, hable en plural. Entre ellos, se encuentran los dos diseñadores que le han relegado de una función que le apasiona, para que pueda encargarse de la unión de todas las partes del proceso, supervisando a un personal que llega para quedarse. «Las personas que se fueron contratando por el camino, permanecen con nosotros. Creo que es algo positivo y que repercute en el trabajo», indica.

Fiel a su tierra

De toda su trayectoria, son dos los aspectos que hacen a Chini sentirse más orgulloso. Por un lado, haber montado un negocio sin tener inversores y empezando desde cero. Por el otro, permanecer en O Grove. En los poco más de tres años que lleva Nikis en el mercado, cambiaron tres veces de almacén. Todos ellos, al igual que el taller, están en su tierra. Desde allí envía los productos a las tiendas que tiene esparcidas por la geografía gallega y contacta con las empresas con las que trabaja. Ya hay alguna a nivel nacional interesada en trabajar con ellos. Se muestra complacido. «Si vienen desde grandes ciudades hasta O Grove es que lo estaremos haciendo bien», sonríe.

Entre sus trabajos habituales está la colaboración con festivales como PortAmérica y el ahora Atlantic Fest. Para ellos hacen camisetas y bolsas, mientras que para otros más pequeños se encargan de la papelería. Con la Festa do Marisco llevan ya cerca de 15 años colaborando.

Además de sus simpáticas prendas, también organizan firmas de libro en su tienda de Santiago, donde ya han estado, entre otros, Luis Davila y el autor de libros infantiles Xosé Tomás. Al ser la tienda de mayores dimensiones también acoge otros actos como pequeños conciertos.