«Antes había más cosas abiertas, pero lo que hemos visto nos ha gustado»

m. a. O GROVE / LA VOZ

O GROVE

22 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Son las once de la mañana y en A Toxa hay actividad. En la aldea comercial empiezan a abrir sus puertas una decena de negocios, porque el resto están cerrados por vacaciones, como informan algunos carteles, o no abren hasta la tarde. También hay gente en los quioscos de O Redondo, donde solo tres de ellos están funcionando. En la isla están las collareiras, que han plantado sus mesas enfrente a la tienda de la fábrica de jabones. A su alrededor, y también en las inmediaciones de la capilla de las conchas, encontramos a los primeros turistas. Antonio y Rocío han llegado a la isla meca desde Mallorca. Se alojan en Santiago y han decidido gastar uno de sus días de vacaciones visitando O Grove. «Yo vine hace 25 años en un viaje de estudios y recuerdo que había mucha más actividad», explica. Porque se han encontrado con que tanto el Gran Hotel como el Isla de A Toxa están cerrados.

Su siguiente parada será la localidad meca. «Vamos a ir hasta O Grove a ver si encontramos donde comer», explican. Saben que encontrarán cerrados buena parte de los establecimientos. Pero tampoco esto parece importarles. Porque lo que se han encontrado hasta ahora les ha gustado. «Lo que hemos visto nos ha gustado mucho. Está todo muy tranquilo y no hay mucha gente», explica Rocío. Tiene razón. En esos momentos por la zona solo quedan otra pareja más y las collareiras. La isla descansa tranquilamente, lejos de ese bullicio que la caracteriza en verano.