La Xunta actuará contra la hierba de la Pampa en el área de A Lanzada

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

O GROVE

MARTINA MISER

Medio Ambiente prevé el empleo de métodos químicos y manuales para frenar la expansión de la planta invasora

27 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los plumeros blancos de la hierba de la Pampa -de nombre científico Cortadeira selloana- chirrían en el idílico paisaje del istmo de A Lanzada, en el litoral de Arnosa o en la playa de Major. No solo desentonan con los frágiles ecosistemas de dunas y humedales de la costa sanxenxina. También suponen un grave problema ambiental al amenazar la biodiversidad de este área sobre la que se acumulan las figuras jurídicas de protección, a nivel autonómico, estatal e incluso europeo. La proliferación de la hierba de la Pampa es de tal calibre que ha despertado las quejas vecinales y también forzará a la Xunta a actuar a lo largo del 2017. No está claro aún con qué amplitud y en qué puntos concretos se actuará, pero fuentes de la Consellería de Medio Ambiente han confirmado que se incluirá al ámbito de la Zona de Especial Protección para Aves del Complexo Intermareal Umia O Grove (ZEPA) en los espacios naturales de Galicia donde se tomarán medidas contra la planta invasora.

En principio, la delimitación de la ZEPA es amplia, toda la costa de Sanxenxo desde la playa de Nosa Señora hasta el final del istmo de A Lanzada. Además, se incluye toda la franja litoral arousana de Sanxenxo, desde A Revolta hasta Vilalonga y Arnosa. Además, se incluye también la costa de Meaño y Ribadumia, además de partes de Cambados, O Grove y A Illa.

Los humedales en peligro

Está por ver si las medidas que se adopten implicarán un retroceso en la abundancia de esta especie o si al menos sirven para contenerlas. La dimensión que está alcanzando el problema ambiental es de tal medida que o se intenta algo o los humedales que sirven de protección y hábitat a miles de aves desaparecerán bajo las cortantes hojas de la cortadeira.

La erradicación de esta planta no es nada sencilla. Además de que por cada plumero se dispersan más de un millón de semillas, las raíces son tan profundas que no sirve con una simple poda de sus hojas. En algunas partes de Galicia se ha optado por la aparente solución más rápida, prenderles fuego. Sin embargo, esta medida es impensable en espacios protegidos como el complejo intermareal Umia O Grove. No tendría mucha lógica incendiar los penachos en entornos especialmente sensibles a las agresiones exteriores y se podrían crear otros problemas como consecuencia.

Desde la Consellería de Medio Ambiente, se insiste en que la actuación contra los penachos tendrá en cuenta dos sistemas, que pueden ser complementarios. Por un lado, en los lugares donde sea posible, la utilización de métodos químicos, que hagan morir a la planta atacando la raíz, para evitar que rebrote a las pocas semanas.

Métodos manuales

La existencia de numerosos acuíferos limita el radio de acción de este sistema, por lo que se tendrán que emplear métodos manuales, en gran parte del ámbito donde se llevará a cabo la lucha contra esta planta invasora.

La zona afectada se extiende desde Sanxenxo y Meaño hasta Ribadumia, O Grove y A Illa