Con su disco «Con los pies en el cielo» ha vuelto a las listas de éxitos y de ventas. Hoy actúa en O Grove donde ha grabado su nuevo vídeo
16 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Sus primeros cuatro discos le reportaron fama, éxito y dinero. El vértigo fue tanto que decidió tomarse un respiro de cuatro años. El pasado mes de septiembre publicó nuevo disco y comprobó que el público no se había olvidado de él. De inmediato se colocó en el top 10 de ventas y en los primeros puestos de las listas de éxitos comerciales.
-¿Cómo han sido las sensaciones tras el regreso?
-Maravillosas. Tenía miedo de cual iba a ser la respuesta del público y no ha podido ser mejor. Tanto en lo que se refiere al disco como en los conciertos.
-¿Qué ha cambiado en Diego Martín en todo ese tiempo?
-He adquirido un poco más de consciencia de las cosas y ahora sé a donde quiero ir. A mí el éxito de Déjame verte me pilló con 24 añitos y me volví un poco loco, me vino un poco grande. Hoy estoy mucho más metido en mi trabajo, leo mucho, no salgo tanto por las noches y, sobre todo, tengo una paz dentro que antes no tenía. Y estoy muy contento de volver a recobrar la ilusuión de principio, porque así es como me siento.
-¿Llegó a verse en peligro?
-Digamos que llegó un momento en mi vida en el que dije «esto no es lo que quiero», concretamente la Nochevieja del 2011. Tuve una conversación con mi padre y, bueno, lo que no aceptas con 24 años porque te crees que eres la última Coca Cola del desierto, entonces sí lo acepté. Tampoco es que hiciera nada del otro mundo. Era un chaval de 24 años que iba a la velocidad de los chavales de 24 años.
-Debe ser de los pocos españoles que cumplen sus propósitos de año nuevo...
-Bueno, también quise dejar de fumar y no lo he logrado. Pero creo que sí que he conseguido lo más importante.
-En la portada del disco, desde luego, parece un angelito.
-Queríamos reflejar pureza, y el empezar de cero. De ahí esa imagen.
-¿Y qué ha cambiado en lo musical? Porque este disco es bastante distinto a los anteriores.
-Este disco es más orgánico, más dinámico y quizá también más moderno. En él tienen cabida muy diversos tipos de sonidos.
-Y más cañero.
-Sí, sí. Más rebelde.
-¿Su gran referencia sigue siendo Alejandro Sanz?
-Alejandro es el maestro y toda una generación hemos mamado de él. Pero bueno, también está Camilo Sesto, Raphael, Charles Aznavour... Si te pones a tirar del hilo no acabamos.
-Ha aprovechado sus años de parón para formarse musicalmente, ¿en que nota que le está ayudando?
-Sobre todo en estar a gusto conmigo mismo. No tocaba ningún instrumento porque yo toda mi vida he jugado a fútbol. Yo veía tocar el piano a Pablo López o la guitarra a Alejandro Sanz y decía «que maravilla». Pero claro, llevan desde los 6 años tocando el piano. Si jugásemos a fútbol ya veríamos... (se ríe). La verdad es que salir al escenario y poder defenderme yo solo con un instrumento era una cosa que ansiaba mucho. Y mira, pues lo he conseguido.
-¿Se considera un cantautor?
-No. Es cierto que compongo y canto mis canciones. Pero para mí cantautores son Andrés Suárez o Ismael Serrano, que van ahí con su guitarra. Yo no, yo necesito mi gente en el escenario.
-¿Qué le ha traído a O Grove?
-He venido a grabar mi nuevo videoclip. Quería trabajar con Virvi Fraga, que es una persona que se involucra de corazón. Él está en O Grove, conocía localizaciones y acepté gustoso venir a pasar unos días a Galicia.