Las embarcaciones llevan más de cuatro años aguardando por un proyecto que permitirá crear más zonas de abrigo
27 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Meloxo es uno de los puertos con más vida de O Grove. Una rada en la que la actividad es frenética durante muchas mañanas. Embarcaciones que llegan para desembarcar el trabajo del día y otras que marchan en busca de la faena. Camiones cargando mercancía o marineros que realizan trabajos de mantenimiento y limpieza en sus barcos. Estas son solo algunas de las estampas más típicas de este concurrido espacio. Pero Meloxo es también un espacio con algunas carencias. Con problemas que sus usuarios, los marineros de O Grove, llevan años denunciando. Porque hace tiempo que ya no hay sitio para todos los barcos. Y de la ampliación del dique de abrigo prometido por Portos hace mucho que nada se sabe. Eso sí, el puerto sigue disponiendo de una grúa que a nadie da servicio. Veinte años llevan adornando el muelle.
Fue la conselleira do Mar, Rosa Quintana, la que en mayo del año 2012 presentó a los marineros de O Grove tres alternativas para ampliar el puerto de Meloxo. Poco después llegó el presidente de Portos para dar a conocer la opción elegida y anunciar que se esperaba licitar los trabajos a lo largo del 2013. Pero ese año pasó. Y también el siguiente. De las demandas obras solo se supo que la Administración autonómica había acabado el estudio de impacto ambiental, que tardó más de un año en salir a exposición pública.
Así que más de cuatro años después de esas promesas, Meloxo sigue esperando por sus obras. Eso a pesar de que se trata de uno de los principales puertos de Galicia de descarga de mejillón. Es cierto que hace poco se han pavimentado de nuevo las rampas. Pero queda todavía pendiente la ampliación del dique de abrigo. Porque no hay espacio ya en esta rada para todos los barcos que lo precisan. Los que fondean en la zona tienen que escapar para O Corgo cuando se anuncian vientos fuertes de Suroeste.
Lo que sí tienen los marineros que trabajan en Meloxo es una grúa. Una enorme infraestructura que lleva veinte años en el mismo sitio sin que haya sido estrenada. Porque ni el pósito, ni los mejilloneros tienen interés en ella. Y la Xunta, que fue la que la construyó, no encontró a nadie que se interesase por su gestión. Así que ahí sigue, como un enorme adorno que poco a poco se va deteriorando.
Las instalaciones
Los signos de la intensa actividad que registra este puerto se ven por todas partes. Redes y otros aparejos se acumulan a pie de muelle, mientras que en los puntos de recogida de residuos se almacenan objetos de todo tipo. Algunos se han convertido en pequeños vertederos incontrolados, en los que la gente aprovecha para dejar basura de todo tipo. Llaman también la atención dos grandes explanadas que se ubican en una de las entradas. Son dos parcelas que se encuentran abandonadas, aunque en una de ellas se ha improvisado un estacionamiento. Nadie se preocupa de la hierba que crece sin control. Es la zona más tranquila de esta transitada rada.