O Grove apuesta por los gusanos de mar

Rosa Estévez
rosa estévez O GROVE / LA VOZ

O GROVE

La cofradía abre nueve plazas para explotar un recurso cuya demanda está creciendo

28 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Consellería do Mar inició ayer el inicio del procedimiento para conceder nueve pérmex para la extracción de poliquetos en las autorizaciones de la cofradía de O Grove. Los intentos por convertir las miñocas y otros gusanos marinos en una fuente de riqueza no es nueva en esta zona: el pósito ha tratado en varias ocasiones lograr la incorporación de estas especies a su cartera de productos. Primero se le propuso a las mariscadoras y, últimamente, con los percebeiros a pie, a los que se dio la oportunidad de completar sus días de trabajo con la extracción de cebo para la pesca deportiva.

Pero corto ha sido el recorrido de esta iniciativa, y las cantidades de poliquetos que se extraen no son suficientes para atender una demanda creciente, según explicaba ayer el biólogo del pósito. «Nestes momentos estanse importando de fóra, e esas especies novas estanse introducindo no medio como especies invasoras», explica. Por esas razones, se ha decidido abrir la posibilidad de extraer gusanas de fango, de tubo, de arena y gavilanes a todas aquellas personas que cumplan los requisitos establecidos por la Xunta. Además, con la habilitación de esos pérmex se pretende permitir que «a xente que agora se está dedicando á súa extracción dunha forma furtiva poida regularizar a súa actividade», indica Suso Otero.

Según la información aportada por el pósito, hasta ahora la especie que más se extrae de sus concesiones es el arenícola marino, que se vende a un precio medio de doce céntimos la unidad. Teniendo en cuenta que se pueden extraer hasta 800 unidades por día, «pode conseguirse un salario digno», concluye el biólogo grovense.

Aparecen las primeras puestas de «canaílla»

Las especies invasoras que se han adueñado de la ensenada de O Grove -la canaílla y el busano- han iniciado su época de reproducción. Los mariscadores se han topado ya con las primeras puestas, alrededor de las cuales se amontonan los ejemplares adultos. Retirar esos nidos es la estrategia seguida por la cofradía para intentar controlar la plaga. Pero este año, la campaña está condicionada por las ayudas.