Aprendiendo a «vender» las tierras mecas

Rosa Estévez
rosa estévez O GROVE / LA VOZ

O GROVE

El Concello organizará cursos para dar a conocer todos los tesoros ocultos de O Grove.
El Concello organizará cursos para dar a conocer todos los tesoros ocultos de O Grove. mónica irago

Hay más playas que A Lanzada y más cosas que ver que A Toxa; los hosteleros quieren conocerlas todas para poder ayudar a sus huéspedes a disfrutar de la villa

20 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Dice Domènec Biosca, uno de los gurús del turismo, que en una localidad como O Grove «todos los vecinos» deben ser agentes turísticos. Para alcanzar ese objetivo hay que empezar por el principio y conseguir que las recepciones de los hoteles se conviertan en puntos de información de calidad. Ahora hay muchas que no lo son. El problema ha sido diagnosticado por el propio sector y, a través de él, por el Concello meco. «Nas reunións de traballo para a redacción do Plan Estratéxico, saíu moitas veces este asunto», explica la concejala Enma Torres. Detectado el problema, toca buscar soluciones. Y la receta que parece estar dispuesta a aplicar la edila pasa por formar a los hosteleros -con charlas, con talleres, incluso con visitas guiadas- para que conozcan a fondo la oferta que existe en O Grove. Así podrán ayudar a sus clientes a exprimir al máximo su estancia y a la localidad a hacer más sólida su condición de destino turístico.

La propuesta, que aún está por concretar, parece haber caído bien entre los hosteleros. Hablamos primero con su presidenta, Bea Castro. «Esta es una necesidad clara», sentencia ella. «Nosotros tenemos que ser embajadores de nuestro pueblo, y para eso tenemos que conocer los recursos de los que disponemos», explica. Igual que hay hoteles que se han percatado de ello y hacen un esfuerzo por estar al día de todas las novedades y ofertas que brinda O Grove, hay otros que «piensan que de eso se encarga la oficina de turismo». Craso error. «No se puede esperar a que el huésped te pregunte. Hay que mostrarle todo lo que hay a nuestro alrededor». Porque hay vida más allá de A Toxa, Punta Moreiras o el paseo de Con Negro, algunas de las joyas de la localidad. Hay que saber recomendar a los visitantes las impresionantes puestas de sol de O Carreiro, o las mejores playas en función de si el viento sopla del norte o del sur. Castro reconoce que hay hoteles en los que ya se «vende» O Grove, y otros en los que se intenta, «pero fallan las técnicas de venta».

Jorge Olleros, del Mar Atlántico, explica que ese no es su caso. Desde su recepción en San Vicente llevan años promocionando el destino O Grove. Y cree que «na maioría dos hoteis se fai ese esforzo». Aún así, el que fue concejal de Turismo y presidente de los hosteleros considera que aprender a vender y sumergirse en toda la oferta de la península meca ayudará a mejorar un servicio de información que «os clientes agradecen moitísimo».

De ello dan fe en el Puente de La Toja. Carmen Devesa explica desde este establecimiento, que tiene ya una larga historia a sus espaldas, que desde el mostrador de recepción se ayuda a los visitantes a planificar su estancia y a disfrutar de una villa llena de posibilidades. «Sobre todo en verano», dice. En una línea similar se expresa José Norat Deza, del Hotel Norat. «Antes de que empiece la temporada damos al personal de recepción unos cursos sobre las cosas que pueden recomendar a nuestros huéspedes», dice. «Pero si en vez de tanta teoría se puede hacer algo más práctico, que permita transmitir mejor lo que tenemos, sería algo muy positivo», sentencia.

Los turistas extranjeros empiezan a cobrar protagonismo

Son rubios y hablan en inglés, pero su saludable bronceado parece colocar su origen lejos de las brumosas islas Británicas. José Antonio Martínez, el guía del numeroso grupo de turistas que desembarcaba en O Grove tras dar un paseo por la ría, resuelve el misterio. «Son británicos, lo que pasa que están instalados en Torrevieja». Y estos días han escapado de ese lugar mitológico -gracias al Un, dos, tres, todos los españolitos de una cierta edad han fantaseado con tener un apartamento en esa ciudad- para dar una vuelta por las Rías Baixas. En ese recorrido no falta O Grove, localidad en la que recalaron ayer por la mañana para dar un buen paseo y, luego, embarcarse para recorrer la ría a bordo de uno de los catamaranes que componen la flota turística meca.

Esta excursión es una muestra más de la creciente llegada a O Grove de turistas extranjeros. Durante el puente del 17 de mayo, si bien los visitantes nacionales fueron abrumadora mayoría, en la oficina de Turismo de O Corgo se atendieron a grupos llegados de Argentina, Portugal, Alemania, Países Bajos y Suecia.

El autobús en el que ayer se marchaba el grupo de ingleses domiciliados en Torrevieja era uno de los muchos que, durante la mañana, estaban estacionados en la plaza de O Corgo. Y es que este mes de mayo está siendo agitado en O Grove, donde el ir y venir de viajeros es constante. Lo confirman los hoteles, que reconocen que hay «más alegría». Para estar en mayo hay «bastante movimiento», la gente está «perdiendo el miedo a reservar» e incluso las estancias son «algo más largas». Los hosteleros esperan que estos brotes verdes no sean un simple espejismo. Y que la inestabilidad política no acabe haciendo que el ánimo viajero de los turistas vuelva a replegarse a la espera de tiempos mejores.

José Antonio Martínez guía a un grupo de ingleses que están recorriendo la zona