Las comunicaciones por autobús desde la península meca dejan mucho que desear
03 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Seiscientas firmas recogió una vecina de O Grove en cuestión de semanas para denunciar que la compañía encargada del servicio, Monbus, no cumple los horarios. Pero los problemas que este transporte origina en el municipio meco son mucho mayores. Desde que no hay frecuencia suficiente a determinados destinos, como Vilagarcía, hasta que los horarios están mal pensados. De este problema es consciente el gobierno local. «Es un tema a valorar y a estudiar porque son muy comprensibles las quejas de los vecinos», explica el alcalde, José Cacabelos.
Ir a la capital arousana desde la península meca en autobús solo es posible a primera hora de la mañana. Si a uno no lo gusta madrugar, o no precisa llegar antes del mediodía, debe buscarse otro medio de transporte. Porque durante la mañana salen hasta tres autobuses con destino a Vilagarcía, pero a las siete y media, a las nueve y a las diez menos cuarto. «¿No sería más lógico que hubiera uno a las once o a las doce?», se pregunta Catalina Álvarez, vecina que recogió las firmas contra la concesionaria de esta línea. Ella tiene que estar a las cuatro en la capital arousana. Con el horario actual de Monbus le resulta imposible, pues el primero de la tarde sale a las tres y media y, los demás, a las seis y a las siete.
Lo mismo sucede con las frecuencias de regreso. Son todavía más escasas. Según la web de Monbus, desde la capital arousana con destino a la estación de autobuses grovense solo se puede partir a las once menos diez de la mañana, a las cuatro y media y a las ocho de la tarde. El problema es que la ruta de Vilagarcía es la misma que conduce hacia Santiago, principal aeropuerto de Galicia y adonde llega mucho turismo. Aquellos que quieran acercarse hasta O Grove utilizando el transporte público solo podrán hacerlo a las once de la mañana y seis y ocho y media de la tarde.
Mucho mejor comunicada está la península meca con la ciudad de Pontevedra. Hay hasta dieciocho autobuses que llegan hasta la capital de provincia, algunos con una frecuencia inferior a los diez minutos. En cambio solo uno, el de las siete menos diez de la mañana, llega hasta Vigo, ciudad también con aeropuerto.
El equipo de gobierno meco reconoce que el transporte público es una de las grandes carencias de este municipio. Y entiende que todas las quejas que presentan los vecinos son más que justificadas. «Somos un pueblo turístico y las comunicaciones son muy malas», argumenta el regidor. Tampoco hay frecuencias suficientes, ni buenas comunicaciones que permitan a los visitantes llegar hasta el municipio en primer lugar y, posteriormente, desplazarse por el resto de la comarca utilizando el autobús. Cacabelos considera que este es uno de los problemas que se debe resolver. Pero también sostiene que no será sencillo. Hasta ahora, nadie lo ha conseguido.
«O Grove lleva toda la vida quejándose por los autobuses. Es un tema que deberíamos sentarnos y resolver.»
José Cacabelos