Aquel año se habló mucho del campeonato de tiro al pichón de A Toxa, cuya organización correspondía entonces a la cadena Hesperia, que llevaba la gestión del Gran Hotel. El Ministerio del Interior y la Consellería de Medio Ambiente desautorizaron la edición de ese año y la noticia hizo saltar las alarmas en O Grove. Este campeonato levantaba filias y fobias. Frente a los sectores ecologistas, que alertaban de la contaminación que estaba sufriendo la ría por el plomo de la munición, se erigían las voces de quienes defendían su continuidad por los beneficios económicos que reportaba para la localidad, dado que los asistentes al campeonato se contaban por cientos. El asunto dio lugar a debates plenarios, reuniones y movilizaciones. Finalmente el tiro al pichón se mantuvo, pero la organización tuvo que cambiar el tipo de munición. En marzo del 2007 todo eran incertidumbres.