Lo mejor de la Festa do Marisco, en versión Javi Olleros

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso O GROVE / LA VOZ

O GROVE

El chef, premiado este año, revisa uno de los platos más emblemáticos del certamen

10 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Foi colgar o teléfono e sentir unha emoción que non sentín con ningún outro premio». Así recibió el cocinero Javi Olleros, el único con estrella Michelin de O Grove, la concesión del Centolo de Ouro. Pero es que este reconocimiento tiene mucha historia detrás. «Eu sei que despois de darme a estrela estiven nominado, pero o anterior alcalde díxome que non podía darmo polos problemas urbanísticos do restaurante. Eu díxenlle que non ten nada que ver iso co meu traballo», critica. Por eso ahora se siente «contento e orgulloso». Olleros, haciendo de embajador de la fiesta, nos explica cómo se elabora el pulpo á feira, el plato más popular de esta, en su restaurante.

En la tradición más antigua se basa esta receta del pulpo. «O pulpo da ría ten que saber a marisco», explica. Y por eso se cuece igual que hace muchos años, sin agua y a fuego lento, para que vaya soltando todo el jugo que concentra. «O pulpo ponse na ola sen auga, tápalo e se lle dá pouco lume. Hai que deixalo unha hora e así concentra todo o sabor», relata. «Así era como se facía aquí tradicionalmente e queda un pulpo cocido e cunha textura marabillosa», añade. El chef recogió anoche su Centolo de Ouro, que el anterior gobierno le negó hasta dos veces, sostiene. Un año después de su primera nominación, su candidatura estuvo sobre la mesa «e quixeron darllo ao grupo Nove». Pero esta asociación de cocineros, en la que participa Olleros, se negó. «O alcalde falou co presidente e lle dixo que el non facía nada por O Grove. Que quen facía iso era Olleros e que primeiro terían que darllo a el», relata. Eso demuestra, sostiene, «que todo foron escusas. Este é un premio que dá o pobo, non os políticos, pero estes influíron para ter contentos a seus amigos», sostiene. Tras el mal trago, Olleros reconoce que el Centolo «é o máis bonito, porque me di que o meu vínculo con este pobo é máis que ter casa e restaurante aquí».

Las esculturas de la bienal cogen forma en Beiramar

Desde hace ya más de dos semanas, la zona de Beiramar tiene tres nuevos inquilinos. Son los tres artistas seleccionados para participar en la Bienal de Escultura que se organiza cada dos años coincidiendo con la Festa do Marisco. Allí están trabajando duramente y contrarreloj para tener listas sus obras. Deben estar terminadas antes de mañana, que será cuando el jurado dé a conocer su veredicto y elija al ganador de este año. Por eso se afanan con cinceles, lijadoras y otras herramientas ultimando los detalles de sus respectivos trabajos.

Kristina ha llegado desde Bulgaria y su tarea en O Grove no está siendo todo lo sencilla que esperaba. «Nunca había trabajado con esta piedra, que no es como el granito de Bulgaria», explica. Así que ha tenido que esforzarse mucho más de lo esperado. Pero, finalmente, el resultado le está gustando. «Estoy contenta con el resultado porque cada piedra es diferente y creo que con esta el trabajo queda bien», sostiene. Claro que para ello ha tenido que aprender y que trabajar muy duro.

La obra de esta joven búlgara se titula Broken Wave o, lo que es lo mismo, ola rompiendo. Y de esas ha tenido la oportunidad de ver muchas en O Grove. El temporal que asoló la península la pasada semana le dejó un montó de ejemplos de lo que quería plasmar sobre la piedra. «Vi el mar con la tormenta y las olas romperse. Eso es exactamente lo que yo quiero hacer», argumenta.

Una buena experiencia

La obra de Kristina ha tardado en coger forma. Por eso los vecinos y visitantes que se han pasado por allí no sabían qué era. «Yo estaba muy concentrada trabajando y les decía que era una composición abstracta», explica. No le molesta trabajar con público, «porque no entiendo lo que dicen». Ahora que ya empieza a vislumbrarse lo que está esculpiendo, «la gente me dice muy bien, muy bien. Eso sí que lo entiendo», comenta. No se muestra preocupada por el premio, pues considera que lo importante es la experiencia que está viviendo. De hecho, recomienda al Concello que en futuras ediciones elimine el galardón y lo reparta entre los tres seleccionados.

A su lado trabaja una compatriota, Snejana Simeonova. Esta artista se muestra encantada con cómo la han recibido en O Grove. «El pueblo, la gente... me he enamorado», confiesa. Le gusta mucho trabajar duro y su pieza está a punto de estar terminada. Se llama Network e intenta ahondar en la concepción moderna del universo, sin perder de vista las estructuras básicas del diseño escultórico. Tampoco está preocupada por el concurso, pues se considera muy afortunada por haber sido seleccionada para participar en el certamen. Esta es su primera vez en O Grove y nunca pensó que el municipio la fuera a conquistar de esta manera. «El azul del mar, el sol... todo es precioso», sostiene.

Vicent Tétu es el único chico en el certamen de este año. Ha llegado a O Grove desde Francia para esculpir Nautilus, una obra de formato circular de 1,45 metros de alto que intenta captar el movimiento perpetuo de las cosas. También él está encantado con la experiencia y contento con el resultado que está consiguiendo. Así que el jurado de este certamen no lo tendrá nada fácil para elegir a un ganador. Su decisión se conocerá mañana.

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El buen hacer de Todogrove

Fue en junio del 2007 cuando Miguel Muñiz abrió Todogrove, una web en la que colgaba las fotos de lo que sucedía en el municipio. Poco a poco esta página fue creciendo hasta convertirse en un referente. «Temos moitas visitas de xente de fóra e tamén funciona entre a xente do Grove que está no estranxeiro», relata. Por eso, y porque Muñiz siempre colabora con todo el que se lo pide, es por lo que recibió su Centolo de Ouro. «Estou orgulloso de que se acordaran de min», concluye.