La escasez de agua empieza a crear problemas en la huerta de O Salnés

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

monica ferreiros

Productos como el repollo acusan las consecuencias de la incipiente sequía

09 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

No se puede hablar de sequía todavía, al menos en O Salnés, pero si de una cierta preocupación por la escasez de lluvias en la comarca, sobre todo en el campo, que ya empieza a mirar al cielo temiéndose que, de seguir así, en septiembre podría haber problemas para regar las huertas. Y es que si la producción en la comarca todavía se mantiene fresca gracias al riego diario, la posibilidad de que se sequen los pozos podría complicar la situación y dar al traste con una cosecha que, de momento, tiene buenas expectativas.

No sería la primera vez que tras un verano seco se quedaran sin agua los pozos con los que se riega la huerta de O Salnés. Por ahora, plantaciones como los pimientos al estilo Padrón y los morrones, los tomates o las judías en las huertas y en los invernaderos crecen y maduran sin problema gracias al riego diario, pero como indica Fernando Veiga, presidente de la cooperativa Horsal, «no inverno tampouco choveu moito e iso se nota, a cebola é máis pequena». Pero donde empieza a ser más preocupante es en los cultivos extensivos, es decir, aquellos al aire libre que no se riegan. De hecho, se nota ya en el repollo, que empieza a acusar la falta de agua.

Pero no es solo en el campo donde la falta de agua empieza a ofrecer síntomas preocupantes. Otro indicativo que se dio a conocer en los últimos días es la situación del río Umia, en el que hace unas semanas se registró un episodio de mortandad de peces que los técnicos achacaron al bajo nivel de agua del río y a las elevadas temperaturas que registraba, lo que provocó que hubiese menos oxígeno y que los peces tuviesen dificultades para respirar, de ahí la cantidad de escalos y de algunas truchas muertas.

Los manantiales

Muchos vecinos beben a diario de las fuentes y de los manantiales que manan en la comarca. Algunos, hasta hacen kilómetros con su coche para coger el agua en aquellos que tienen las aguas más sabrosas. La de As Pías, o la de A Coca, son algunas de las más solicitadas en Vilagarcía, y de momento los vecinos todavía no notan un descenso importante en el suministro, pero saben que en veranos similares a este, acabaron secando.

Los agricultores temen que en septiembre empiecen a secar los pozos

La canalización para consumo está obsoleta

De prolongarse la situación, podría haber problemas también para el consumo humano. Y no solo por el bajo nivel que tienen los embalses, sino por la incapacidad del sistema de canalización y de los bombeos para dar suministro a una población que se multiplica en los meses de verano.

El problema es siempre mayor en las localidades turísticas. En O Grove, no sería la primera vez que se quedasen sin agua algunos núcleos de población. Por eso en el pleno que se celebró hace unos días, el BNG se preocupó por la cuestión y le preguntó al gobierno local sobre los fallos en el suministro que se empiezan a notar ya en Reboredo y Estonllo, haciéndose eco de los vecinos de la zona. En distintos puntos del municipio meco hubo roturas en la red, y la concejala de Obras, Ángeles Domínguez, reconoció que el problema era real y de difícil solución, porque el estado de la red impedía aumentar la presión para que llegase más agua a los hogares. El riesgo de roturas y averías sería entonces mayor porque muchas tuberías están en mal estado. El gobierno local lo achacó a la falta de mantenimiento y adelantó la necesidad de hacer un estudio global de la instalación para conocer cuál es su estado.

Ante las previsiones de que todo vaya a más, el Concello ya se vio en la obligación de publicar un bando en el que aconseja no derrochar agua para el riego de jardines o para las piscinas.

Roturas en Vilagarcía

No es un problema exclusivo de O Grove. Ocurre también en otras localidades de O Salnés. En Vilagarcía, a lo largo del mes de junio, se produjeron roturas de las tuberías en dos ocasiones que dejaron sin agua a buena parte del casco urbano, sobre todo en las zonas de A Lomba y Cornazo, pero también en el centro de la ciudad, como la glorieta de A Mariña Española o Doctor Tourón. El Concello reconoció que en esas averías tiene mucho que ver el mal estado de la red; la mayoría de las tuberías son de fibrocemento, un material descatalogado y propio del siglo XX que está creando muchos problemas a la concesionaria del servicio de aguas. La mejor solución sería sustituirlas por otras de un material más moderno, pero eso tendría su coste.

Falta de mantenimiento

Porque ese es el quid de la cuestión. Durante los años de crisis, apenas se llevaron a cabo obras de mantenimiento en la red de la comarca, y ahora los problemas crecen porque el mal estado de las tuberías provoca averías constantes, y los sistemas de bombeo no pueden hacer frente a un incremento de presión para aumentar el suministro.