Esta vez, una pala rompió una tubería de la red general en Terra de Porto
30 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El teléfono de la policía local no paró de sonar. Y las redes sociales echaron humo durante toda la jornada. Decenas de vecinos, indignados, aprovechaban cualquier canal para mostrar su enfado ante un nuevo corte de agua. Era el tercero en apenas seis días, tal y como reconocía la concejala de Obras, Ángeles Domínguez. En esta ocasión, una pala que estaba trabajando en Terra de Porto, golpeó una tubería que no estaba donde debía estar. «O trazado real non se correspondía cos planos que tiñamos», indicaba la concejala delegada.
El golpe rompió una tubería de la red general, dejando sin suministro a vecinos de Terra de Porto, O Corgo, Lordelo, Alexandre Bóveda, Virxe das Mareas «y otras zonas muy pobladas», según señalaba el alcalde Jose Cacabelos (PSOE). El agua dejó de correr hacia las once de la mañana, y el caudal no se volvió a recuperar hasta las tres menos cuarto de la tarde. La operación para recuperar el servicio llevó su tiempo, explican desde el Concello, porque fue preciso conseguir una tubería con la que reemplazar a la vieja y algunas piezas, señaló el alcalde, fue preciso pedirlas a Pontevedra.
El gobierno local es consciente del enfado de quienes padecen los cortes de agua, especialmente cuando estos son tan continuados. Sufrirlos es complicado tanto para los particulares que no pueden cocinar, como para los empresarios -especialmente los de hostelería- que ven completamente trastocados sus planes en plena temporada estival. Por eso, el gobierno local «lamenta» los trastornos ocasionados a unos y otros. «Eu comprendo que é tremendo, especialmente porque foron moitos seguidos», señalaba ayer Ángeles Domínguez. La edila quiso dejar claro que las dos averías previas -viernes y sábado de madrugada- fueron motivadas por reventones en tuberías cuya fecha de caducidad está más que sobrepasada. Corregir el deficiente estado del subsuelo meco llevará su tiempo y consumirá mucho dinero.
Por lo demás, la concejala quiso agradecer también la profesionalidad de los operarios, que «fixeron un traballo impecable» para intentar que la avería quedase resuelta cuanto antes. Su empeño no pudo evitar que en las redes sociales proliferasen las quejas y las críticas de todo tipo. Hubo hasta quien colgó una foto del bocadillo que se iba a tener que comer a mediodía ante la imposibilidad de cocinar. «Lo de los cortes de agua ya es un cachondeo», resumía una meca. Desde luego, es un problema cuya solución no parece que vaya a resultar sencilla.