Madrugón, taxi y 120 euros al mes para poder ir a la escuela rural en Meis

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

MEIS

Martina Miser

El CRA implantó este curso un servicio que resulta caro, pero vital para ganar matrícula. En los centros de Ribadumia y Valga también cuentan con plan Madruga

25 sep 2021 . Actualizado a las 11:38 h.

Valle tiene tres añitos y este es su segundo año en el cole. La novedad este curso es que tiene que madrugar más y coger un taxi porque su madre empezó a trabajar y sus horarios no le permiten dejarla en el aula a su hora. Es una historia de tantas sobre las dificultades que entraña la conciliación de la vida laboral y familiar, que en el rural se agudizan todavía más debido a la falta de servicios.

El Centro Rural Agrupado (CRA) de Meis era de los pocos que no tenía plan Madruga y esta carencia ha sido por fin solventada. La ANPA se puso manos a la obra e implantó el servicio, aunque sale caro, muy caro. El CRA cuenta con seis sedes, una por parroquia -San Lourenzo, Paradela, San Vicente, San Tomé, San Salvador y San Martiño- y de sus 78 alumnos solo nueve se han inscrito al plan Madruga. Estas cifras hacen inviable prestar el servicio en todos los centros y hubo que centralizarlo en dos: Paradela y San Tomé; dos monitores se encargan de atender a los niños hasta que toca el timbre, a las nueve de la mañana, pero no todos se quedan allí. Valle, que llega al CRA a las 7.45 horas, es una de las alumnas que debe desplazarse porque su aula de referencia está en San Lourenzo, lo cual obliga a recurrir a un taxi para trasladarla.

El cuidado y transporte de su niña le cuesta a Vero, su madre, 120 euros al mes, y podría ser más porque en estos momentos la AMPA le subvenciona la mitad del coste del taxi gracias a la colaboración económica de la comunidad de montes y otras entidades sociales del municipio. Vero vive en Vilagarcía, pero dejar a su hija en Meis le sale a cuenta porque allí tiene a los abuelos que le echan una mano en su crianza.

El año pasado se las apañaba sola porque no trabajaba; este curso, de no haberse implantando el plan Madruga, hubiera tenido que buscar otro colegio. El CRA de Meis no está en disposición de dejar escapar a sus alumnos porque, como otros muchos centros rurales, si no cumple una ratio mínima de seis niños por aula tiene que cerrar. Los índices de natalidad no ayudan, de ahí que se haga necesario dar cada vez más servicios con el fin de atraer nuevas matrículas. Para este curso 2021/2022 se temía por la continuidad del aula de San Martiño, pero, finalmente, se cumplió el cupo y la escuela resiste.

En estos momentos son dos los niños que utilizan el servicio de taxi y la previsión es que el número aumente a tres. Tiene un precio de 5 euros al día, y eso, unido a los 70 euros que cuesta el servicio del monitor, dispara el presupuesto, máxime si se compara con otros colegios no tan lejanos, caso de los de Meaño y Cambados, donde el servicio cuesta solo dos y cuatro euros, respectivamente.

Pero la realidad de los centros urbanos y del rural, aunque medien pocos kilómetros entre ellos, es muy distinta y se requieren soluciones diferentes.

El de Ribadumia es otro de los CRA que también tiene que recurrir al transporte público -mediante un vehículo municipal o un taxi- a la hora de trasladar a los niños a la escuela, porque es la única forma de evitar bajas en la matrícula. Allí también tienen que lidiar cada año con la losa del cierre por falta de alumnos, pero este curso han resuelto la papeleta y en todas sus aulas -Leiro, Ribadumia, Lois y Sisán- lograron superar la ratio mínima. Desde el Concello informan de que están pendientes de reunirse con el delegado territorial de Educación para trasladarle el acuerdo plenario adoptado en julio por el cual se solicita a la Xunta que proporcione un sistema de transporte que resulte más económico. Entre tanto, las familias tendrán que seguir desembolsando unos cien euros al mes para que los más pequeños de la casa vayan al cole.

El de Valga es otro de los CRA que ha instaurado este curso el plan Madruga con transporte incluido, aunque en su caso no ha sido determinante. Allí incrementaron la matrícula un 35,5 %, hasta el punto de convertirse en el centro rural de Galicia donde más ha crecido en número de alumnos este curso. Sus aulas de Campaña, Xanza, Chenlo, Forno, Ferreirós y Vilarello no solo se nutren de niños de la localidad. A Valga acuden también niños de Padrón, Catoira, Cuntis, Caldas, Roi, Vilagarcía y Teo.