Licor de marihuana, crac y otras drogas en una casa de Meis

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

MEIS

Ramón Leiro

La vivienda funcionaba a modo de laboratorio clandestino de estupefacientes

29 oct 2022 . Actualizado a las 11:46 h.

Con el arresto de seis personas por parte del Grupo II de la Udyco de la Comisaría de Pontevedra, la Policía Nacional consideró desmantelado un importante laboratorio clandestino para toda clase de drogas habilitado en una casa de Mosteiro, en el municipio pontevedrés de Meis. Tienen nacionalidad española, excepto uno que es oriundo de Hungría, y la mayoría cuentan con antecedentes policiales.

La subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, precisó que se trata de «una organización encargada de la introducción, cultivo, preparación y posterior distribución de importantes cantidades de droga en toda Galicia». La importancia de la operación Aceifa se puede observar en el hecho de que, además de los seis arrestos, se intervinieron 110 kilos de cogollos de marihuana, kilo y medio de heroína, una cantidad similar de cocaína, cerca de un kilo de crac, dos kilos de hachís, cincuenta litros de licor de marihuana y 35 kilos de sustancia de corte.

Larriba expresó que resulta especialmente relevante el hallazgo del crac, una sustancia «adictiva y muy peligrosa para la salud». Se trata de un derivado de la cocaína «muy poco frecuente en Galicia». Además, se decomisó documentación, una prensa hidráulica, una mezcladora industrial, secadoras, balanzas de precisión, vehículos, móviles y dinero en efectivo.

El máximo responsable del operativo que se desarrolló el 4 de junio precisó que dos de los sospechosos ingresaron en prisión provisional. Añadió que se tiene «constancia de que esta organización tiene plantaciones o las tuvo porque son cogollos ya secos preparados para la venta», de tal modo que su modus operandi es alquilar «naves industriales para los cultivos y, posteriormente, cuando están los cogollos, las dejan».

Estimó que el desmantelamiento de este laboratorio tiene mucha importancia porque «hay todo tipo de drogas. Creo que quedan muy pocas drogas que no estén ahí». Asimismo, destacó el poder económico de los sospechosos toda vez que cada kilo de cogollos se vende a 1.500 euros, mientras que el kilo de cocaína oscila entre los 30.000 y 35.000 euros, si bien podría obtenerse una rentabilidad mucho mayor con su venta al menudeo.