Indignación entre los vecinos por la mala señalización de las obras de Mosteiro

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso MEIS / LA VOZ

MEIS

MONICA IRAGO

Sostienen que sus negocios están sufriendo cuantiosas pérdidas y que los coches se pierden por falta de indicaciones

03 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los trabajos de reforma de la plaza de España de Meis, más conocida como el Campo da Feira do Mosteiro, han despertando una gran indignación entre los residentes y negocios de la zona. Son conscientes de las molestias que este tipo de iniciativas ocasionan, pero sostienen que a ellos se les ha engañado con cómo iban a desarrollarse los trabajos y a acometerse el cierre de los viales. Critican que se han cerrado calles por completo sin motivo y que no se han señalizado desvíos alternativos. Cuestiones que están provocando grandes pérdidas en sus negocios.

«Hai moito malestar porque nos contaron mentiras moi grandes», se queja una de las vecinas de la zona. La primera, que la calle que ahora está cerrada, la que va desde el Campo da Feira hasta la avenida de Cambados, no se iba a cortar por completo. «Iban habilitar un lateral para que pasaran os coches e non o hai», insiste. Eso genera otro problema, y es que no se han señalizado desvíos alternativos. «Chegan os tráileres e pérdense. A xente para na praza e ven preguntar por onde pode ir», lamenta esta misma residente. Ademas, en un primer momento se cerró también el tramo de la avenida de Cambados que transcurre entre la rotonda de la carretera PO-300 y el Campo da Feira, dejando sin acceso a los negocios que allí hay. «Levo oito anos co negocio e nunca ata o de agora estiven tan mal», denuncia la propietaria del supermercado, que asegura que si las obras se prolongan durante cinco meses tendrá que cerrar sus puertas. Pero no es la única afectada. «Hai unha empresa de rotulación que non pode nin meter o coche no garaxe», insiste.

Otro de los problemas es que operarios y Concello se han limitado a cerrar la zona con señales, sin indicar de ninguna manera desvíos alternativos. Eso provoca que muchos de los que llegan hasta el Campo de Feira acaben perdidos, sin saber por donde deben transitar para llegar hasta las inmediaciones del Concello.

Estos trabajos están ocasionando problemas también en la calle Ramón Cabanillas, por donde se ha desviado todo el tráfico de autobuses y transporte escolar. La calle es demasiado estrecha para acoger todo ese tránsito y los vecinos denuncian que, en ocasiones, «temos que dar marcha atrás un bo cacho para poder deixar pasar un autobús», explica una residente. Y es que, aunque el Concello ha prohibido aparcar en los dos lados de este vial, muchos ignoran los carteles, lo que convierte esta calle en un embudo. Los vecinos han tenido que llamar a Tráfico para que sancione a los infractores.