Los perros de la Pradera de Bea Heyder abandonarán A Medoña este verano

B. c. / M. A. MEIS / LA VOZ

MEIS

MARTINA MISER

Los animales serán trasladados a una finca de alquiler situada en Vilanoviña

06 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Bea Heyder se mostraba ayer muy satisfecha. Por fin encontró un lugar al que llevar sus animales y acabar así con el calvario que viene sufriendo desde el invierno. Los vecinos que viven cerca de su casa, en A Medoña, protestan por los malos olores y ruidos que provocan los animales a los que da cobijo en esta suerte de refugio situado en su casa de Meis. Hay una treintena de perros -la mayoría galgos que son abandonados en distintos puntos de España- además de varios caballos, una cabra y gallinas. Los vecinos reclamaban que se llevase de allí a los animales y, tras llamar a muchas puertas, encontró un lugar idóneo. Una finca situada en Vilanoviña (Meis), de 2.400 metros cuadrados que, afirma, es «adecuado y responde a las necesidades de los animales», que será ocupada en régimen de alquiler. Ahora falta acondicionarla y construir las casetas para dar un techo a los perros. Y, de nuevo, la mujer se ve obligada a pedir ayuda para su proyecto pues, argumenta, carece de medios económicos para afrontar este gasto. Sus planes pasan por hacer el traslado a los nuevos terrenos este mismo verano, de modo que urgen voluntarios y ponerse manos a la obra para empezar a levantar paredes.

Esta peculiar pradera es motivo de polémica desde hace meses, en la calle y en las redes sociales. El Concello recibió varias denuncias de vecinos que se quejaban de las molestias que les ocasiona la pradera; el alcalde José Luis Pérez se ofreció a mediar y tampoco faltaron personas que mostraron su adhesión a Bea Heyder mediante quedadas en la vía pública. La mudanza a los terrenos de Vilanoviña debería poner punto final a este conflicto y redundará, de paso, en una mejora para los animales, que contarán con más espacio y un entorno natural para vivir.