El Concello considera que ha llegado la hora de conciliar los intereses de huerta, viñedo y, también, los usos residenciales
13 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Asegura la conselleira do Medio Rural, Ángeles Vázquez, que Meis siempre ha sabido «estar á vangarda cando falamos do ámbito agrario». Realizó esa afirmación ayer mismo, durante la visita a los terrenos en los que la cooperativa Hortamanda tiene previsto construir un gran invernadero destinado al cultivo de tomates. El alcalde de este municipio, José Luis Pérez Estévez, aprovechó la presencia de la conselleira para plantearle una de las preocupaciones que comparten quienes trabajan la huerta, quienes explotan el vino y, por extensión, quienes se encargan de gestionar la cosa pública: las fricciones que, en ocasiones, plantea la convivencia de distintos tipos de cultivo con otros productos e, incluso, con la proximidad de viviendas. Para ese problema, dijo la conselleira, hay solución. Se trata de Popeba, una herramienta que ya figura en las nuevas concentraciones parcelarias, y que viene a ser un plan de ordenación de cultivos.
«A vide ten unhas necesidades distintas á que ten a horta ou unha pradería, aínda que todo é agrario. É certo que temos que ordenar o territorio, e iso é máis que dicir onde se pode construír e onde se pode plantar. Desde a Consellería comprometémonos a sacar isto adiante, redistribuíndo e decidindo onde se pode plantar cada cousa», señalaba ayer Ángeles Vázquez. El alcalde de Meis, José Luis Pérez Estévez, abrazó la propuesta de la conselleira. Porque si bien es fundamental disponer de un PXOM que ordene las construcciones humanas, en una localidad «como a nosa, o municipio máis grande do Salnés, e no que o viñedo e a horta teñen unha importancia capital para a nosa vida e a nosa economía, é preciso ordenar os nosos recursos».
A una cooperativa agraria como Horsal, esta propuesta le suena a música celestial. Fernando Veiga, el gerente de este colectivo, reconoce que la convivencia en el ámbito agrario es compleja, y poner un poco de orden siempre ayudaría a mejorar la situación. Claro que eso es lo que dice la teoría. «Habería que ver en que se traduce realmente», señala Veiga.
Concentraciones parcelarias
Y habrá que ver, también, a qué velocidad evolucionan estos ambiciosos planes de ordenación de cultivos. Visto el ritmo al que marchan las concentraciones parcelarias, la situación no mejora. De eso se quejó, también, el alcalde de Meis, un municipio en el que hay cinco de estos procesos abiertos. La Xunta tiene previsto que estos, como la mayoría de los que están en marcha, se cierren durante esta legislatura. «Ten que saber a xente de Meis que a consellería está axilizando este proceso ao máximo posible», aseguraba ayer Ángeles Vázquez. Y es que las concentraciones parcelarias son auténticos puzles de intereses en los que, cualquier pieza nueva que entre en juego, pueda acabar obligando a desarmarlo todo. Aún así, su urgencia para poder desarrollar el futuro agrario es básica.
«Horta Galega», productos integrados y etiquetas ecológicas
La proximidad de los viñedos, que necesitan un amplio abanico de tratamientos, es uno de los obstáculos que encuentran los productos de la huerta de O Salnés para poder optar a la etiqueta verde de los productos ecológicos. Ese es un marchamo en alza entre los consumidores, y de ahí la importancia de intentar poner cierto orden en las tierras de cultivo. «Temos que ir hacia unha agricultura integrada, unha agricultura ecolóxica. Temos que falar de calidade e de preservar ao consumidor», indicaba ayer Ángeles Vázquez, quien verbalizaba, una vez más, el interés de la Xunta por crear una etiqueta de «horta galega» que sirva de paraguas a una producción cada vez mayor. La intención de Ángeles Vázquez es que esa iniciativa avance de forma considerable en los próximos seis meses. Desde el sector se mantienen a la expectativa. Desde Horsal, por ejemplo, reconocen conocer los planes de la Administración, «pero aínda non temos unha postura clara sobre esa cuestión. Temos que miralo con calma».