La rotura de la balsa de decantación de una cantera causó el vertido al Umia

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso VILAGARCÍA / LA VOZ

MEIS

MARTINA MISER

El alcalde de Meis asegura que lo que enturbió el agua del río fue una mezcla de polvo de piedra

30 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El vertido que enturbió las aguas del Umia durante el pasado fin de semana no era contaminante. Esa es, al menos, la información que tiene el alcalde de Meis, José Luis Pérez Estévez. El regidor explica que los técnicos le informaron de que el origen de este episodio estuvo en la rotura de una de las balsas de decantación de una cantera. En ellas se deposita el polvo de la piedra con el agua con el fin de que el primero se precipite y el agua salga limpia. «Xa pasara noutra ocasión, pero non chegara ao río», argumenta el regidor. Insiste en que el vertido no era contaminante y en que, por ello, no fue preciso tomar más medidas. La avería está ya reparada y la balsa dejó de verter antes del fin de semana.

Las canteras de piedra que se ubican en la localidad de Meis cuentan con unas balsas de decantación a las que va a parar el agua con todo el polvo de piedra que se genera en su entorno. Estos espacios buscan que el polvo se precipite hacia el fondo, dejando así salir el agua limpia. El problema es que el pasado viernes rompió una de estas balsas y, antes de que nadie se diera cuenta, el agua con el polvo llegó al río Umia. «A auga saíu directamente e foi ao río, pero era auga con po, nada máis», asegura el regidor de Meis. Esa es, al menos, la versión que le han facilitado los técnicos sobre por qué el agua del Umia parecía turbia durante el fin de semana.

En el Concello de Ribadumia, en cambio, no tenían a primera hora de ayer noticias sobre lo sucedido. Fue precisamente el concejal de Medio Ambiente de esta entidad, José González Lede, el que dio la voz de alarma el pasado sábado, cuando unos vecinos avisaron de que el agua del río estaba turbia.

La mancha no afectaba a un punto concreto, sino que se extendía a lo largo de varios kilómetros, pudiendo verse claramente entre los puentes de Pontearnelas y Cabanelas. El concejal dio aviso al Seprona y a Augas de Galicia. Ayer mismo iba a reclamar a la Administración autonómica un informe de todo lo sucedido.