Acepta 15 años tras contactar con 45 menores, pero cumplirá menos de 4

Alfredo López Penide
lópez penide PONTEVEDRA / LA VOZ

MEIS

CAPOTILLO

La denuncia de unos progenitores de Meis permitió la detención del sospechoso

15 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tal y como estaba previsto, a sus 24 años, Jonathan Felix Gutiérrez se declaró ayer culpable en la Audiencia de Pontevedra de 46 delitos vinculados con menores, 41 de ellos de sexting y cinco de elaboración de pornografía infantil. Todos ellos suman más de quince años de prisión y, sin embargo, este vecino de la localidad cántabra de San Vicente de la Barquera que fue detenido tras la denuncia de unos padres de Meis no estará, en principio, ni cuatro años privado de libertad.

Así lo reseñó su abogada Judith Gómez, quien explicó que «lo que se ha aceptado es una suma de penas que por la figura jurídica de la acumulación sería el triple de la máxima». Es lo que se conoce como refundición de penas, una figura jurídica que establece que, en el caso de una multiplicidad de delitos menores, se limita el tiempo de cumplimiento efectivo al triple de la pena más grave. En este caso concreto, la mayor de las penas aceptadas por el acusado fue de un año y tres meses, por lo que solo tendría que cumplir tres años y nueve meses.

La letrada, en declaraciones recogidas por EFE, manifestó que su cliente está «claramente arrepentido», por lo que pidió «perdón» en su nombre. De hecho, a la hora de alcanzar el acuerdo con la Fiscalía de Pontevedra, el ministerio público tuvo muy presente ya no solo que confesó los hechos y colaboró con la Justicia, sino que está dispuesto a indemnizar a los menores.

Las fuentes consultadas precisaron que, en todo caso, la refundición de penas no tendrá efecto alguno en los 66 años que le han impuesto de libertad vigilada, período de tiempo en el que no podrá acudir a eventos, espectáculos públicos o privados o recintos destinados a menores. De igual modo, tendrá que someterse a un programa de educación sexual.

La vista oral celebrada en la Audiencia pone fin a un caso que tuvo su origen en el 2014 a raíz de la denuncia interpuesta por un matrimonio de Meis ante la Guardia Civil. Los agentes comprobaron que un veinteañero, haciéndose pasar por una adolescente de entre 14 y 15 años, había contactado con otros menores de esta localidad arousana, así como de otros municipios de Pontevedra. En total, se estimó que mantuvo conversaciones a través de redes sociales con 45 niños, a los que, inicialmente, solicitó fotografías atrevidas o en ropa interior. En función de la respuesta, comenzó a pedirles imágenes y vídeos más explícitos.

La Fiscalía tuvo presente que el acusado colaboró con la Justicia y confesó los hechos